Elon Musk es ciudadano de Canadá desde 1989. Ahora 230.000 canadienses han reclamado quitársela
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Como asesor especial de Trump, Elon Musk forma parte de un gobierno que parece amenazar la soberanía canadiense, especialmente después de que Trump insinuara en repetidas ocasiones que Canadá debería convertirse en el 51.º estado de Estados Unidos. Los canadienses han respondido con las herramientas burocráticas que tienen, y ahora le toca decidir al gobierno, obligado por la propia ley.
Cientos de miles de firmas. La ciudadanía canadiense de Elon Musk, otorgada en 1989 gracias a su madre, Maye Musk, originaria de Saskatchewan, se encuentra en el centro de una creciente controversia política en Canadá. ¿La razón? Más de 200.000 ciudadanos han firmado una petición parlamentaria solicitando que se le revoque la ciudadanía debido a su cercanía con Donald Trump y su presunta implicación en actividades contrarias a los intereses nacionales de Canadá.
La petición, presentada el 20 de febrero en la Cámara de los Comunes de Canadá por la escritora Qualia Reed y patrocinada por el parlamentario Charlie Angus, del Nuevo Partido Democrático (NDP), ha ganado tracción muy rápido. Su principal argumento: que Musk, al actuar como asesor de Trump, ha respaldado a un gobierno extranjero que amenaza la soberanía canadiense. En particular, señalan la retórica agresiva del presidente, quien ha amenazado con imponer aranceles severos a productos canadienses e incluso ha insinuado esa más que improbable anexión de Canadá como el 51 estado de la nación.
Razones de la petición y reacciones. Como decíamos, el descontento de los firmantes radica en la actitud de Musk frente a la política estadounidense, así como en su respaldo total a Trump y sus políticas económicas. Musk ha promovido, por ejemplo, iniciativas de reducción del gasto federal en Estados Unidos bajo la nueva administración, lo que ha llevado a recortes masivos en agencias como el Departamento de Asuntos de los Veteranos, el Departamento de Defensa y el Servicio de Parques Nacionales.
El conflicto entre Musk y Trudeau. Hay más, por supuesto. Su uso de la red social X, adquirida en 2022, ha sido clave en la controversia. Musk se burló del primer ministro canadiense, Justin Trudeau, tras su anuncio de dimisión como líder del Partido Liberal, elogiando en su lugar al líder conservador Pierre Poilievre, en lo que fue visto como una intromisión en la política canadiense. Además, las amenazas de Trump hacia Canadá han intensificado la indignación pública. En un reciente discurso, el presidente volvió a referirse a Trudeau como un simple «gobernador», minimizando la independencia del país.
El conflicto escaló cuando Trump y su secretaria de prensa, Karoline Leavitt, afirmaron que la nación debería convertirse en parte de Estados Unidos, a lo que Trudeau respondió de manera contundente en X: «No hay ninguna posibilidad en el infierno de que Canadá se convierta en parte de los Estados Unidos. Trabajadores y comunidades en ambos países se benefician de ser los mayores socios comerciales y de seguridad mutua».
El factor económico y las tensiones comerciales. Más allá del debate político, la postura de Trump y Musk hacia Canadá también ha generado preocupación en el ámbito económico. Trump ha amenazado con imponer aranceles del 25% a las importaciones canadienses, una medida que habría tenido consecuencias significativas para la economía del país.
Sea como fuere, estos aranceles se han retrasado hasta el 4 de marzo, después de que Trump declarara que el Gobierno de Canadá había tomado medidas para combatir la inmigración ilegal y el tráfico de drogas en cooperación con Estados Unidos.
¿Es posible revocar la ciudadanía? Es la gran pregunta. Según la ley canadiense, la ciudadanía puede revocarse en casos de fraude, información falsa en la solicitud de inmigración o amenaza a la seguridad nacional, pero no hay precedentes de una revocación por razones políticas o alineaciones ideológicas. También se permite la renuncia voluntaria a la ciudadanía, algo que Musk no ha indicado que consideraría.
Dicho esto, la petición ha superado el umbral de 500 firmas requerido para que sea presentada formalmente ante el Parlamento. Tras su presentación, será el gobierno quien decida si avanza o la rechaza. Mientras, la Cámara de los Comunes retomará sesiones el 24 de marzo, aunque una posible convocatoria a elecciones generales antes de esa fecha también podría afectar el avance de la petición.
Un escenario desconocido. A pesar de la magnitud de la petición, los expertos coinciden en que la posibilidad de revocar la ciudadanía de Musk es baja. Irene Bloemraad, especialista en inmigración y ciudadanía en la Universidad de Columbia Británica, explicaba al Washington Post que «aunque la petición alcance millones de firmas, el gobierno no puede simplemente revocar la ciudadanía de una persona». Asimismo, Gideon Christian, profesor de derecho en la Universidad de Calgary, subrayó que cualquier intento de revocación debería «seguir los procedimientos legales establecidos para todos los ciudadanos canadienses».
En el lejano escenario en el que se aprobase y ejecutase la revocación, Musk tendría que esperar 10 años para solicitar nuevamente la ciudadanía canadiense. El empresario seguiría conservando sus ciudadanías estadounidense y sudafricana, por supuesto, pero perder su pasaporte canadiense podría afectar sus inversiones y relaciones comerciales en el país.
Imagen | Duncan.Hull, Open Grid Sche