Hay demasiados modelos de IA. Eso plantea una verdadera sentencia de muerte para Anthropic y Claude
Tenemos modelos de IA para aburrir. Y el problema es que todos empiezan a parecerse demasiado y decidir cuál es mejor no es nada sencillo. Todas las empresas y startups se esfuerzan por ser referentes en un mercado absolutamente desatado. Uno que como en otras guerras tecnológicas probablemente acabe con algunos ganadores y bastantes perdedores. Y los hay que compiten con desventajas claras.
Otra ronda de inversión colosal. En The Wall Street Journal indican que Anthropic está a punto de cerrar una nueva ronda de financiación que le permitiría levantar 3.500 millones de dólares. Eso haría que la valoración de la compañía ascendiese a 61.500 millones de dólares, y la pregunta es si realmente la empresa tiene opciones en un mercado tan competitivo.
«Esto no es una empresa de verdad». Según el analista Ed Zitron, Claude tiene dos millones de usuarios mensuales activos en enero de 2025. También habla de cómo según el WSJ los ingresos proyectados para 2025 (basados en contratos actuales) es de 1.200 millones de dólares, una cifra muy modesta. «Además perdieron 5.600 millones de dólares el año pasado», apuntala. Según su opinión, Anthropic «no es una empresa real, no podrían sobrevivir sin la beneficencia del capital riesgo».
Competencia feroz. Lo cierto es que Anthropic se está enfrentando a una competencia excepcional en la que están los grandes pesos pesados de la industria tech tanto en EEUU como en China. DeepSeek sorprendió a todas ellas con el lanzamiento de DeepSeek V3 y luego de DeepSeek R1, y eso parece haber animado a los inversores a apostar aún más dinero por todas estas empresas.
OpenAI sigue siendo referente. Al menos, lo es en número de usuarios. Según CNBC ya cuentan con 400 millones de usuarios activos cada semana, una cifra excepcional que les pone claramente al frente del ranking de popularidad en este segmento. Como sucede con Claude, OpenAI está quemando un dinero que no tiene y que obtienen de rondas de financiación extraordinarias, pero a diferencia de esta, insistimos, la popularidad de ChatGPT es evidente.
Y las grandes tieen lo que importa ahora: dinero. Para muchos usuarios IA es ChatGPT, y gigantes como Google con Gemini, Microsoft con Copilot o Meta con Llama están aún lejos de lograr esa aceptación. Ellos tienen algo que Anthropic (o Perplexity) no tienen: muchos, muchos fondos —Grok 3, de xAI es otro ejemplo— y pueden mantenerse en esta carrera aunque eso les esté costando mucho dinero. El premio es demasiado gordo para no perseguirlo.
Hay demasiados modelos, alguno puede quedarse en el camino. En todas las guerras tecnológicas ha habido ganadores y perdedores. Es lo mismo a lo que apunta esta batalla por la IA, en la que hay demasiados competidores y que probablemente acabe provocando que algunos de estos esfuerzos no logren sobrevivir. Aquí Anthropic es una de las que está en desventaja.
El ganador de la IA puede ser una empresa aún desconocida. Puede que OpenAI, Google, Apple o Microsoft estén especialmente bien posicionadas para ganar esa carrera, pero no tiene por qué ser así. Como indicaban recientemente en Axios, pueden surgir nuevas empresa, aún desconocidas, que acaben haciendo algo diferencial y en lo que ninguna de las grandes había pensado. No es fácil, pero desde luego no es imposible.
Recordando a Netscape. En la segunda mitad de los 9o internet comenzaba a mostrar su potencial, pero las grandes se despistaron y una pequeña empresa llamada Netscape logró convertirse en referente en el mundo de los navegadores. Luego acabaría siendo la gran perdedora de esa guerra, pero fue la demostración de que tener más dinero y recursos no siempre tiene por qué significar tener todas las opciones.
Y por eso tanta inversión en startups. Esa posibilidad de que la que gane la carrera sera una empresa desconocida es precisamente la que hace que las empresas de capital riesgo estén invirtiendo mucho dinero en proyectos que podrían no llegar absolutamente a nada. Ha ocurrido recientemente con Thinking Machines Lab, la startup de Mira Murati, o con Safe Superintelligence, la de Ilya Sutskever. Ninguna de ellas tiene de momento producto que mostrar, pero aun así ya han recibido inversiones espectaculares.
Y cuidado, también está China. Por supuesto hay rivales formidables que no están en EEUU. Mistral es referente en Europa, mientras que en China se está librando otra particular guerra que ha hecho que hoy por hoy los modelos de IA de empresas chinas sean tan buenos (o en ocasiones, mejores) que los de EEUU. El ganador de esta batalla también podría provenir de ese país. O de cualquier otro, desde luego.
Imagen | Saradasish Pradhan