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Tenemos un problema con las palas eólicas usadas. Una startup alemana cree tener una solución: hacerlas de madera

En algún momento tenía que llegar, porque al final, todo llega a su fin, incluso los materiales para la energía renovable. Primero le llegó el turno a los paneles solares, que ahora cuentan con centros de reciclaje. Luego, le tocó el turno a la energía eólica que sus palas han encontrado una segunda vida en diferentes estructuras, desde mini viviendas hasta incluso gominolas. Pero hasta ahora, nadie había logrado lo que ha conseguido en el sector eólico: empezar desde cero con materiales completamente reciclables.

100% reciclados. La empresa alemana Voodin Blade Technology ha desarrollado las primera palas de aerogeneradores fabricadas de madera laminada. Este material ha representado una alternativa reciclable a las tradicionales de fibra de carbono, fibra de vidrio y la resina epoxi. Además, lo más curioso es que posee una mayor resistencia al fuego y una relación rigidez-peso similar a la fibra de vidrio, lo que le permite resistir a todas las condiciones climáticas.

A partir de 2026, la empresa alemana se ha asociado a la compañía India Senvion para instalar unas palas de más de 50 metros en turbinas de 4.2 MW. Las pruebas se realizarán en Europa a finales del año que viene y principios de 2027.

El objetivo. La startup alemana ha encontrado un problema bastante grande dentro de la industria eólica. Mientras que en el sector solar ya existen centros de reciclaje para paneles fotovoltaicos, como es el caso del Centro Europeo de Reciclaje Fotovoltaico (CERFO) en Teruel. La preguntaba que rondaba a la compañía era: ¿qué pasa con los aerogeneradores? La investigación les llevó hasta un estudio de la Universidad de Cambridge, que revelaba que para el año 2050 habrá 43 millones de toneladas de residuos de palas en todo el mundo. El motivo no era otro que los materiales convencionales son muy difíciles de reciclar, así llegaron hasta las palas de madera laminada.

Esta solución que se basa en la reutilización para evitar que terminen en vertederos o sean incineradas. Además, el uso de un material natural como la madera tiene un menor impacto en el ciclo de vida del producto, ya que se puede replantar y gestionar de manera más responsable.

La fabricación. El proceso para conseguir madera laminada pasa por prensar y laminar, como su nombre indica, paneles de madera, creando materiales resistentes y duraderos. Este tipo de madera ya se utiliza en la construcción de rascacielos y otras infraestructuras importantes, lo que demuestra su fiabilidad.

La madera laminada ofrece una mayor flexibilidad en el diseño, lo que permite crear palas más largas y torres más altas, optimizando la eficiencia de las turbinas al aprovechar corrientes de viento más fuertes. Este avance no solo proporciona una alternativa más ecológica, sino que también hace que la producción de las palas sea más económica. Además, en el proceso de fabricación elimina la necesidad de moldes, lo que reduce aún más los costos de producción, y hace que el proceso sea más eficiente y accesible. De hecho, las palas de madera pueden ser hasta un 20% más baratas que las tradicionales, según declaró la empresa alemana a Recharge.

Aunque algo si se había reciclado. Si bien algunos avances ya se han logrado en el reciclaje de palas tradicionales, el enfoque de Voodin Blade Technology va un paso más allá.  Aunque hay que destacar que la empresa danesa Vestas ha desarrollado un proceso químico capaz de descomponer las resinas epoxi para luego reutilizarlas en nuevas palas, evitando que terminen en un vertedero.

¿Y la resistencia al fuego? Es bastante curioso porque hasta se pueden replantar, pero resisten el fuego. En primer lugar, la madera laminada puede soportar altas temperaturas porque al ser un material natural, tiene una mayor capacidad de autoextinguición, lo que significa que es menos propensa a arder o propagarse rápidamente en caso de incendio. Además, los avances en su tratamiento hacen que sea más duradera y estable frente al fuego.

Por otro lado, los materiales tradicionales, como la fibra de vidrio y la fibra de carbono, aunque fuertes y ligeros, no cuentan con una alta resistencia al fuego. Al final estos componentes, junto con la resina necesaria para unirlos, son más susceptibles a la descomposición y a la liberación de gases tóxicos cuando se exponen a altas temperaturas, lo que puede comprometer la seguridad estructural de las turbinas en un incendio.

El futuro de las grandes palas, pero… La startup alemana fue noticia el año pasado cuando instaló palas de 19,3 metros en Alemania. Ahora busca superar ese hito con palas de más de 50 metros de longitud, la más grande fabricada hasta la fecha con madera laminada.

Sin embargo, en el ámbito de la energía eólica, China sigue liderando la carrera en grandes infraestructuras. Recientemente, el gigante asiático ha logrado instalar un aerogenerador Qihang, con una torre de 151 metros de altura y un rotor de 260 metros de diámetro. Si no me fallan las matemáticas, estaríamos hablando que la longitud de una pala es de 130 metros, claro está que no es de madera laminada. Y si me pongo rebuscando más en la hemeroteca, la discusión sobre el tamaño de los aerogeneradores daría para un artículo en sí mismo. Solo puntualizar que de momento ninguno ha superado al aerogenerador que aprovecha la fuerza de los tifones con un diámetro de pala de 310 metros.

Lo que sabemos hasta ahora es que las palas de madera laminada podrían marcar un antes y un después en la energía eólica, reduciendo costos y el impacto ambiental. Si las pruebas confirman su eficiencia, este avance abrirá el camino hacia turbinas más sostenibles.

Imagen | Voodin Blade Technology

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