Amira es lo más perturbador del MWC: un robot ultrarrealista con piel sintética que reacciona ante nosotros
Se me ha quedado grabado. Es una sensación extraña. Perturbadora como mínimo. Inquietante. Son los adjetivos que me vienen a la mente cuando pienso en Amira, el robot ultrarrealista que ha enseñado en el Mobile World Congress la empresa Engineered Arts. Un robot con aspecto de mujer, peluca y expresiones faciales muy logradas. Un robot que además reacciona ante lo que le digamos o incluso si saludamos con la mano. Ya el año pasado fue lo que más nos impresionó del congreso de telefonía móvil y en esta edición han dado un paso más.
Amira es la renovación del robot Ameca. Además de incorporar un motor de IA más avanzado, ahora tiene un aspecto más parecido a una mujer humana. Le han puesto pelo, piel sintética y un vestido. Ya teníamos un robot con un cuerpo totalmente articulado y con inteligencia artificial, ahora además ha mejorado su aspecto.

Amira está impulsado por GPT-4 de OpenAI. Esto le permite contestar a lo que le decimos con bastante naturalidad. En la demostración funciona únicamente en inglés, pero puede contestar en otros 50 idiomas, ya que GPT-4 tiene esa capacidad.
He visto lo que nos espera con los robots humanoides y tengo sensaciones encontradas
El robot se encontraba en el stand de la operadora e&, de Emirates Árabes Unidos y anteriormente conocida como etisalat. En un ejemplo de los avances de la robótica y de cómo pretenden revolucionar la atención al cliente. Con unos robots que son capaces de analizar su entorno, saber si hay alguien cerca, qué está haciendo y reaccionar en consonancia.
Situada sobre un círculo fijo, Amira no camina, aunque sí mueve la parte superior del tronco, la cabeza y los brazos. El robot no para de hablar y reaccionar con el público. Si levantas una mano, te saluda. Si le preguntas cualquier cosa, responde de manera natural. Y esta es precisamente su potencia. No hace falta iniciar las preguntas de determinada forma; contesta de forma fluida.
Y si te pones delante y no haces nada, de repente finge enfadarse y sus ojos muestran una expresión de hastío. Lo cierto es que las reacciones están super logradas, nada que ver con otros robots que son mucho más básicos. Con Amira, las reacciones suceden más rápido y no desentonan tanto.

Durante nuestra visita, Amira nos pregunta si nos lo estamos pasando bien en el Mobile World Congress y si estamos cansados, matizando que ella no al ser un robot.
Para poder identificar lo que sucede dispone de dos cámaras en los ojos con un software de reconocimiento facial y dos sets de micrófonos situados en la zona del cuello.

Los movimientos todavía tienen margen de mejora, pero las expresiones de la cara están bien conseguidas. Sonríe, se enfada, mira hacia otro lado, cuenta chistes y se hace la sorprendida. Pero lo más perturbador es lo realista que parece. Las manos articuladas, el rostro, la peluca y hasta las uñas.

Si le miramos las manos de cerca da muchísima grima. No solo por el aspecto, sino porque también reacciona como una persona. Y es esa combinación lo que más sorprende. Cuando me acerqué a hacerle una foto me sentí fatal. Por un lado era perfectamente consciente que era un objeto, pero esa sensación de estar acercándome a «alguien» estaba presente.

En ese intento de que parezca lo más humana posible, hasta le han puesto joyas y una rebequita roja. También unas sencillas deportivas blancas, muy bien elegidas para dar un aspecto informal. Ni con esas conseguían eliminar la sensación inquietante que producía el robot.

Debatiendo con los presentes la reflexión es la misma. La palabra más repetida era ‘creepy’. El año pasado sin embargo fue distinto. Ameca no tenía piel ni peluca. De alguna manera no se intentaba tanto replicar la apariencia humana, ya que se exponía visiblemente el color gris y los componentes mecánicos. En cambio, Amira es pura piel. Al contrario que Ameca, Amira sí intenta camuflar su condición de robot.
Aunque se aprecia fácilmente, si la vemos de lejos no es tan sencillo. Una persona poco observadora y despistada quizás podría ser engañada brevemente. La conquista del valle inquietante lleva décadas presente. A nivel visual no podemos decir que haya habido mucho avance, porque al final es una cuestión más de maquillaje. Sin embargo, el hecho de que se haya implementado la IA en el robot y este pueda interactuar y adaptarse al entorno en tiempo real lo dota de otra dimensión por completo.
Personalmente siempre he tenido una percepción de los robots y la inteligencia artificial muy positiva, pero incluso así cuesta hacerse a la idea de que estos robots humanoides realistas impulsados por inteligencia artificial van a estar tan presentes. Tienen todos los números para conseguirlo, pero tienen difícil que los aceptemos sin más. Tecnológicamente están mejorando muchísimo, pero esa sensación perturbadora no desaparece.
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