Madrid libra una nueva batalla existencial en su proceso de turistificación: la invasión de los tuk tuk

Hasta hace no tanto los tuk tuk se asociaban sobre todo con Tailandia o la India, poblaciones de Asia donde circulaban por calles abarrotadas, a menudo con extranjeros a bordo. Ya no. A medida que España gana peso en el circuito turístico internacional capitales como Madrid, Barcelona, Sevilla o Alicante han empezado a ver cómo estos vehículos ligeros y de tres ruedas llegaban a sus barrios, convirtiéndose de paso en un quebradero de cabeza para las autoridades.

En Madrid lo saben bien. Tanto, que el Ayuntamiento se ha lanzado a la complicada tarea de regular su actividad.

La fiebre tuktukera. En los destinos más concurridos la turistificación se deja sentir de diferentes maneras y en diferentes frentes: en el mercado inmobiliario, en el tejido comercial y en las calles. En febrero os contábamos cómo en el centro de Madrid hay ya bajos que han pasado de acoger bancos a convertirse en WC privados y de pago.

Los tuk tuk son otra prueba. Hace unos años se asociaban con ciudades como Bangkok. Ahora ya son habituales en destinos españoles (Valencia, Alicante o A Coruña, por citar tres) donde ofrecen tours para turistas que quieran ahorrarse caminatas.

El caso de Madrid. Otro ejemplo claro es Madrid. Al menos en el verano de 2023 el sector calculaba que operaban allí cerca de 50 tuk tuk gestionados por una decena de empresas y autónomos. No está mal si se tiene en cuenta que la fiebre tuktukera empezó en España hace menos de una década, hacia 2016. De aquello hace año y medio, pero una búsqueda rápida en redes o Google muestra que en Madrid sigue habiendo gente que ofrece tours a bordo de estos vehículos ligeros.

De hecho su número es lo suficientemente elevado (o visible) como para que puedan encontrarse en X quejas de vecinos que denuncian su presencia en el entorno del Palacio Real o San Miguel, dos hot spots del turismo madrileño. También llevan ya tiempo bajo el foco mediático y de las autoridades municipales, que se han puesto a analizar su situación.

Pero… ¿Por qué? Porque aunque su número pueda ser muy inferior al de los taxis (Madrid tiene 15.700 licencias) o vehículos VTC, los tuk tuk presentan ciertas peculiaridades que han generado debate. Tanto en Madrid como en otras ciudades, incluidas Sevilla, Barcelona o Alicante. La polémica suele girar en torno a varios puntos: su presencia en las calles (con el consiguiente efecto en el tráfico), su marco regulatorio y la competencia que plantean para alternativas de movilidad tradicionales, como los taxis.

El área de Turismo del Ayuntamiento de Madrid explicaba hace poco a El Español que pertenecen a la categoría L de vehículos a motor con menos de cuatro ruedas y, por lo tanto, cuentan con permiso de circulación. Su encaje normativo parece sin embargo menos claro. El propio alcalde de la ciudad, José Luis Martínez Almeida, reconocía hace unos meses estar «preocupado» por «el fenómeno de los tuk tuk«.

Ordenando el sector. Además de reconocer su inquietud, en septiembre Almeida reveló que había ordenado a la concejala de Turismo que concretara «el marco normativo» que ampara a los tuk tuk. El objetivo: «Poder tomar decisiones al respecto». La propia oposición ha mostrado de hecho sus «dudas sobre los márgenes legales» en los que estos vehículos prestan sus servicios turísticos, además de la competencia que ejercen sobre los taxis con licencia.

A principios de año el Ayuntamiento aseguró que está estudiando “todo” lo relacionado con el servicio, pero advertía que no es la única administración que debe actuar. «Todo esto se está estudiando, pero antes es necesario establecer el marco normativo. Y este pasa por una modificación de la ley de la Comunidad y de la ley estatal para definir el transporte (en la autonomía) porque no están definidos los tuk tuk«, recordaban desde el área municipal de Hacienda.

«Obstaculizan el tráfico». El debate en torno al marco normativo no ha impedido que los tuk tuk sean bien visibles, sobre todo en los puntos con mayor flujo de turistas de la ciudad. «A parte de Palacio Real, Bailén y Mayor el Mercado de San Miguel es horrible», reconocían hace poco desde el sector.

«Legalmente en estas zonas puedes pararte un momento si es para recoger o dejar al cliente; pero muchas empresas y autónomos se paran, estacionan, y ofrecen sus servicios para captar a los turistas, obstaculizando el tráfico».

En Atocha como en Bangladesh. Los taxistas son también muy críticos y ya en 2023 advertían de la competencia que sufrían. «Empezamos a ver que cogen a turistas en los hoteles con maletas y los llevan a las estaciones. Los hemos detectado en torno a Atocha, como si esto fuera Bangladesh», lamentaba por entonces la Federación Profesional del Taxi de Madrid.

Entre los profesionales que se encargan de manejar estos vehículos aseguraban que les «encantaría» disponer de paradas para tuk tuk reguladas.

Imágenes | César (Flickr)

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La noticia

Madrid libra una nueva batalla existencial en su proceso de turistificación: la invasión de los tuk tuk

fue publicada originalmente en

Xataka

por
Carlos Prego

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