El mercado de la vivienda en Málaga se está convirtiendo en tal drama que ni los ingenieros con buen sueldo pueden alquilar
En Málaga se está dando una curiosa dicotomía. La ciudad se ha convertido en un polo tecnológico a nivel internacional y modelo de éxito empresarial.
Sin embargo, tras esa fachada brillante de innovación, se esconde una realidad preocupante: muchos ingenieros y profesionales cualificados no pueden permitirse alquilar una vivienda en la ciudad. Este auge tecnológico está generando una crisis de vivienda que está expulsando a los artífices del progreso malagueño.
Málaga TechPark: se puede morir de éxito. El Parque Tecnológico de Andalucía (Málaga TechPark) o PTA, es un ejemplo de éxito que ha puesto a Málaga en el mapa tecnológico internacional.
Según datos proporcionados por PTA, en 2024, el parque alcanzó cifras récord con 27.940 empleos y una facturación de 4.181 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 21% con respecto a 2023. La llegada de empresas tecnológicas de renombre, como Google, y la futura instalación del IMEC, un centro de investigación en microelectrónica de vanguardia mundial, consolidan a Málaga como un polo de innovación.
El problema de la vivienda. Esta expansión tecnológica ha atraído nuevo talento de todas partes y Málaga se ha convertido en un lugar atractivo para emprendedores y startups. A pesar del crecimiento económico y la creación de empleo, Málaga se enfrenta a un grave problema de vivienda.
Los precios de alquiler y de compra se han disparado en la capital malagueña, Según datos del portal inmobiliario Idealista, en 2017 el precio de la vivienda en la ciudad de Málaga rondaba de media los 1.590 euros/m2, mientras que en la actualidad está en unos 3.301 euros/m2. Solo durante 2024, el precio se ha incrementado un 21,4%, haciendo que encontrar una vivienda a un precio razonable sea difícil para muchos profesionales.
Incluso los bien pagados. Como contaba Felipe Romera, director general del PTA, en una entrevista para el diario local Málaga Hoy, también está afectando a profesionales con buenos sueldos, siendo un escollo para captar y retener a este nuevo talento que está llegando a Málaga.
Expulsados de Málaga. Como en muchas otras grandes ciudades de España, este problema inmobiliario ha llevado a muchos de esos trabajadores a buscar alternativas en localidades aledañas a Málaga, aumentando la presión inmobiliaria sobre estas áreas y generando problemas de movilidad en las vías de acceso a las nuevas infraestructuras tecnológicas.
Romera describía esta situación como un «fracaso de ciudad», donde el éxito económico está expulsando a sus propios ciudadanos. La falta de vivienda asequible amenaza con socavar el atractivo de Málaga como centro tecnológico.
Teletrabajo y transporte. Ante este panorama, el teletrabajo y la mejora del transporte público se presentan como posibles soluciones para aliviar la presión sobre la vivienda en Málaga. El teletrabajo permite a los profesionales vivir en zonas más asequibles sin necesidad de desplazarse diariamente a la ciudad. Sin embargo, para que esta opción sea viable, es necesario contar con una buena conexión a internet y servicios de calidad en las zonas periféricas.
Romera señalaba que la mejora del transporte público, también era un aspecto fundamental para facilitar la movilidad de los trabajadores tecnológicos que viven fuera de Málaga para evitar la dependencia del coche para acudir al centro de trabajo. Estas medidas podrían contribuir a reducir demanda de vivienda en Málaga y relajar la presión inmobiliaria.
Málaga no es un caso aislado. El problema del alojamiento para sus trabajadores no es exclusivo de Málaga. Otras zonas con un fuerte crecimiento económico, como Ibiza, también están experimentando crisis de vivienda similares en la que el precio de la vivienda está afectando a la captación de talento. Aunque las ofertas de empleo sean atractivas, los altos precios de los alquileres hacen que no sea rentable para los empleados.
El Ayuntamiento de Málaga y la Junta de Andalucía son conscientes del problema de la vivienda y están tomando medidas para abordarlo. Se están impulsando proyectos de construcción de vivienda social y se están reclasificando terrenos para aumentar la oferta. Sin embargo, estos proyectos tardan tiempo en materializarse debido a la escasez de mano de obra que vive el sector y a la complejidad de los trámites administrativos.
Imagen | Unsplash (Jonas Denil)