Banco Santander va a cerrar más de 200 oficinas físicas. Es el síntoma más visible de la metamorfosis de la banca tradicional
El Santander planea el cierre del mayor número de oficinas en España desde la pandemia. Según Economía Digital, más de 200 sucursales bajarán la persiana este año. La llegada de Ignacio Juliá –un directivo con ADN digital forjado en ING– a la dirección de Santander España no es casualidad.
Es síntoma.
De forma similar a lo que le ocurre a otras empresas del IBEX –como Telefónica debatiéndose entre transformarse entre empresa tecnológica o asumir el declive como teleco tradicional–, la banca clásica tiene un dilema existencial por delante.
- Por un lado, mantener oficinas físicas se ha convertido en un lastre financiero frente a los neobancos, que operan con estructuras infinitamente más ligeras y eficientes.
- Por otro lado, esas mismas oficinas son una ventaja competitiva para ciertos demográficos, particularmente entre mayores de 60 años, quienes concentran una gran parte del patrimonio financiero en España.
Los neobancos han ganado terreno en operativa básica y en cuentas corrientes, pero todavía tienen limitaciones importantes en productos más complejos, como las hipotecas o la gestión patrimonial.
El propio Santander ha reconocido en su informe anual «el valor de la conexión humana» que proporcionan las sucursales, especialmente para clientes vulnerables, mientras simultáneamente avanza hacia lo que define como «un banco digital con sucursales». El ying y el yang.
La gestión de inversiones es ese espacio que tiene la banca tradicional todavía para desmarcarse de los neobancos, donde incluso el cara a cara con el gestor (el que da una sucursal) puede ser un incentivo para el cliente. Ahí se enfrentan a plataformas independientes, como Trade Republic o la española Indexa, con cada vez mayor tracción, mejor fama… y menores comisiones. Eso sí, no suelen contar con productos exclusivos para grandes patrimonios, terreno más complicado para las fintech.
El Santander no tiene urgencia por estos cambios. En 2024 consiguió un beneficio récord de más de 12.500 millones de euros. Su modelo de negocio actual sigue siendo rentable. La cuestión es si la estrategia de digitalización combinada con presencia física selectiva será suficiente para mantener su relevancia cuando la generación digital se convierta en el principal segmento con patrimonio. La banca tradicional no está desapareciendo, pero sí está en plena metamorfosis.
Está buscando un equilibrio entre eficiencia digital y el valor añadido que la interacción humana proporciona.
Imagen destacada | Banco Santander