La Unión Europea tiene un as en la manga para negociar los aranceles con Estados Unidos: los servicios digitales

Estados Unidos es el gran importador mundial. Su economía es el paradigma del consumismo, y China —la gran fábrica mundial— lo ha aprovechado. Precisamente los aranceles de Trump —ahora en pausa en casi todo el mundo— pretenden corregir ese déficit, pero no solo con China, sino con todo el mundo. Y la Unión Europea, una de las afectadas, tiene su particular as en la manga: su déficit en cuestión de servicios.
La UE es a los servicios lo que EEUU a los bienes. La Unión Europea es una gran importadora de servicios. En el viejo continente somos ávidos consumidores de servicios digitales que provienen de EEUU y que van desde la suscripción a Netflix hasta el uso de plataformas como Azure o AWS. La situación en servicios es similar a la que quiere corregir Trump, pero en ese panorama EEUU es «nuestra China» y la UE sería EEUU. Europa tiene déficit de servicios digitales.
Y von der Leyen lo sabe. Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, ya ha dejado claro que por ahí pueden ir los tiros en las negociaciones por los aranceles. Como señalan en Financial Times, la mandataria indicó que la UE buscará un acuerdo «completamente equilibrado» con Washington durante la tregua de 90 días a la aplicación de los aranceles recíprocos anunciados por Trump hace unos días.
Trump hace las cuentas que le convienen. El Parlamento Europeo ya publicó un estudio preliminar de qué pasaría si EEUU impusiera aranceles extra a los productos de la UE, y detalló cuál era la situación de las importaciones de bienes y servicios. EEUU solo habla de bienes (‘goods’) de consumo en su análisis, y no menciona los servicios por una sencilla razón: tiene déficit de bienes (sale perdiendo) pero superávit de servicios (sale ganando).

La UE sale perdiendo en servicios, y si EEUU aplica aranceles 20% a los bienes importados de la UE, el viejo continente puede equilibrar la balanza con aranceles a los servicios importados de la EEUU
Pero es que EEUU exporta servicios a todo trapo. Como también señalan en The Wall Street Journal, las matemáticas de Trump ignoran las exportaciones de servicios digitales. El antiguo papel protagonista de Estados Unidos como fabricante, con Ford o General Motors como grandes ejemplos, ha cambiado: ahora allí los protagonistas son los servicios, pero los aranceles planteados por el gobierno de EEUU los sacan de la ecuación, y eso afecta claramente a la UE.
Equilibrio en peligro. Según los datos del Parlamento Europeo, en 2023 la UE tuvo un superávit de bienes y EEUU tuvo superávit de servicios. En el global la UE tuvo un superávit de 48.000 millones de euros, pero en el estudio indican que es una cifra modesta que «solo representa el 3% del flujo comercial total, de 1,6 trillones de euros».
Aranceles a los servicios. Si esas negociaciones fallan, explicó von der Leyen, la UE expandirá la guerra comercial global a los servicios. La idea sería incluir un impuesto a los ingresos por publicidad digital, algo que ya perfiló con la DSA. La medida podría tener un impacto notable en los ingresos de empresas que dependen del modelo publicitario como Meta, Google y Facebook.
Amenazas veladas. «Estamos desarrollando medidas de represalia», explicó von der Leyen, señalando que «hay un amplio ramgo de contramedidas… en el caso de que las negociaciones no sean satisfactorias». El impuesto a la publicidad se aplicaría de forma europea y sería distinto a los impuestos a las ventas digitales, que tienen cargas impositivas independientes según cada estado miembro.
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