Cómo se gestó el naufragio de la nueva Siri: una batalla interna dentro de Apple Intelligence por el control de todo

Las promesas incumplidas de Apple Intelligence han dejado a Apple algo expuesta. El caso deja entrever una empresa algo dividida por visiones contrapuestas y problemas estructurales que culminaron en su mayor tropiezo público en años.
El trasfondo. El plan para renovar a Siri por completo, presentado en la WWDC 2024, resultó ser una demo ficticia que ni siquiera los propios ingenieros del equipo de Siri habían visto funcionar.
Según un largo y detallado reportaje de The Information, el único elemento real de la demo era la nueva interfaz que aparece al invocar a Siri. Las funciones avanzadas como el análisis contextual de correos o la integración con aplicaciones eran prácticamente inexistentes.
Esta ruptura con la tradición de Apple de mostrar solo tecnología funcional le ha dejado en una posición incómoda: tener que retrasar algunas de las funciones prometidas hasta 2026.
Entre bambalinas. La investigación de The Information habla de una guerra interna entre el equipo de AI/ML (Inteligencia Artificial / Machine Learning, ‘aprendizaje automático’) liderado por John Giannandrea, responsable de Siri desde 2018, y el grupo de software de Craig Federighi AKA ‘Pelazo’.
Este conflicto es el resultado de juntar dos filosofías opuestas:
- Giannandrea: enfoque cauto, orientado a mejoras incrementales, centrado en la privacidad.
- Federighi: enfoque más ágil, pragmático y orientado a resultados.
Los ingenieros de Apple apodaron sarcásticamente al grupo de AI/ML como «AIMLess» (sin objetivo), aludiendo a la frustración generalizada con su liderazgo y la falta de ambición.
La encrucijada. El rumbo de Siri ha sido confuso desde el principio, marcado por decisiones inconsistentes. Inicialmente se planteó desarrollar dos modelos de lenguaje para esta nueva versión:
- «Mini Mouse» para funcionar en local.
- «Mighty Mouse» para ejecutarse en la nube y orientado a las tareas más complejas.
Después, el equipo pivotó hacia un único modelo en la nube, antes de hacer otros cambios técnicos que los ingenieros no encajaron bien.
Giro de guión. En marzo de 2025, Apple cambió las sillas, poniendo a Craig Federighi y Mike Rockwell (artífice de las Vision Pro) al frente del proyecto Siri. El primer cambio importante fue eliminar la restricción de usar solo modelos de lenguaje internos. Ahora Federighi ha dado instrucciones de «hacer lo que haga falta para construir las mejores funciones de IA», incluso si eso significa utilizar modelos de terceros.
Esta decisión contrasta con la política anterior de solo usar modelos externos como referencia comparativa, pese a que los modelos internos «no rendían ni de lejos tan bien como la tecnología de OpenAI».
En perspectiva. El tropiezo de Apple es el reflejo de un problema mayor: su obsesión por la privacidad y el control total ha chocado con la realidad del desarrollo de IA moderna. Rivales como Amazon (con Alexa+), Microsoft (Copilot) y Samsung se han asociado directamente con OpenAI o Anthropic, Apple ha intentado construir todo internamente. Los resultados no están siendo espectaculares.
La nueva dirección da a entender que Apple ha entendido que necesita encontrar un equilibrio entre sus principios de privacidad y la necesidad de avanzar rápidamente en IA. Es eso o, irremediablemente, perder relevancia.
Y ahora qué. Dentro de Apple existe optimismo respecto a que Federighi y Rockwell, conocidos por entregar proyectos complejos a tiempo, puedan enderezar el rumbo.
La próxima WWDC 2025 en junio será clave para ver si Apple puede recuperar la confianza de desarrolladores y usuarios tras uno de los episodios más delicados en la historia reciente de la empresa.
Imagen destacada | appshunter.io en Unsplash
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