COP28: Más de 60 países se comprometen a reducir las emisiones de una refrigeración que nos salva y nos mata al mismo tiempo
Más de 60 países firmaron el llamado «compromiso de refrigeración» para reducir el impacto climático del sector de la refrigeración, que también podría proporcionar «acceso universal a la refrigeración que salva vidas, aliviar la presión sobre las redes energéticas y ahorrar billones de dólares de aquí a 2050».
El costo de mantenerse fresco
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) calcula que más de 1000 millones de personas corren un alto riesgo de sufrir calor extremo debido a la falta de acceso a la refrigeración, la gran mayoría en África y Asia.
Además, casi un tercio de la población mundial está expuesta a olas de calor mortales más de 20 días al año.
La refrigeración proporciona alivio a las personas y también es esencial para otros ámbitos y servicios críticos como la seguridad alimentaria mundial y el almacenamiento y suministro de vacunas.
Pero, al mismo tiempo, la refrigeración convencional, como el aire acondicionado, es uno de los principales causantes del cambio climático, responsable de más del 7% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Si no se gestiona adecuadamente, las necesidades energéticas para la refrigeración de espacios se triplicarán de aquí a 2050, junto con las emisiones asociadas.
En resumen, cuanto más intentamos mantenernos frescos, más calentamos el planeta. Y si se mantienen las actuales tendencias de crecimiento, el consumo generado por los equipos de refrigeración, que hoy por hoy representa el 20% del consumo total de electricidad, se duplicará para 2050.
Devoradores de energía
Los sistemas de refrigeración actuales, como los aparatos de aire acondicionado y los frigoríficos, consumen grandes cantidades de energía y suelen utilizar refrigerantes que calientan el planeta.
El último informe del PNUMA muestra que la adopción de medidas para reducir el consumo de energía de equipos de refrigeración podría suponer una reducción de al menos el 60% de las emisiones sectoriales previstas de aquí al 2050.
«El sector de la refrigeración debe crecer para proteger a todo el mundo del aumento de las temperaturas, mantener la calidad y la seguridad de los alimentos, mantener estables las vacunas y productivas las economías», afirmó Inger Andersen, directora ejecutiva de la agencia de la ONU, que presentó el informe durante una conferencia de prensa en Expo City, donde se celebra desde el pasado jueves la COP28.
«Pero este crecimiento no debe producirse a costa de la transición energética y de impactos climáticos más intensos«, argumentó.
Compromiso de enfriamiento global
El informe se publicó en apoyo al Compromiso mundial de enfriamiento, una iniciativa conjunta entre los Emiratos Árabes Unidos, anfitriones de la COP28, y la Cool Coalition (coalición para la refrigeración), liderada por el PNUMA.
En él se describen las medidas que deben adoptarse en las estrategias de refrigeración pasiva, como el aislamiento térmico, el sombreado natural, ventilación y superficies reflectantes, normas más estrictas de eficiencia energética y una rápida reducción de los refrigerantes de hidrofluorocarburos (HFC) que calientan el clima.
Seguir las recomendaciones del informe podría reducir las emisiones previstas para 2050 de la refrigeración en unos 3800 millones de toneladas equivalentes de CO2.
Esto supondría:
- Permitir que otros 3500 millones de personas se beneficiaran de frigoríficos, aparatos de aire acondicionado o refrigeración pasiva de aquí a 2050
- Reducir las facturas de electricidad de los usuarios finales en 1 billón de dólares en 2050, y en 17 billones de dólares acumulados entre 2022 y 2050
- Reducir los picos de demanda de energía entre 1,5 y 2 teravatios (TW), casi el doble de la capacidad de generación total de la Unión Europea en la actualidad
- Evitar inversiones en generación de energía de 4 a 5 billones de dólares