El 'founder mode' sacude a Silicon Valley. La nueva tendencia cuestiona cómo debe crecer una empresa tecnológica
La nueva tendencia (AKA ‘buzzword’) que está sobrevolando Silicon Valley es el llamado ‘founder mode’ u «modo fundador». Este concepto, que arrasa en X como arrasó efímeramente ‘e/acc’ a principios de año, plantea que los fundadores de startups deberían mantener un alto nivel de presencia y control en sus empresas, incluso si crecen y se expanden, según publica Business Insider.
Por qué es importante. Al margen de que el término tiene los ingredientes para viralizarse rápido (sencillo, directo, que evoca a un conocimiento implícito), toca el núcleo de cómo se construye y escala una startup exitosa. También cuestiona la convención de que los fundadores deben dar un paso atrás y delegar a medida que sus empresas crecen.
Según los defensores del ‘founder mode’, esta última mentalidad lleva a la pérdida de la visión original y el impulso innovador que inspiró el nacimiento de la startup.
En perspectiva. El término fue acuñado por Brian Chesky, cofundador y CEO de Airbnb, y popularizado por Paul Graham, cofundador de Y Combinator, en un ensayo recién publicado.
Su idea central es esa: que los fundadores no cedan el control operativo de sus empresas a gerentes profesionales, sino que se mantengan activamente involucrados en todos los aspectos del negocio.
En detalle. Graham argumento que el consejo tradicional de contratar buenas personas y darles espacio para que hagan su trabajo puede ser desastroso para la startup.
Según él, el conocimiento y la pasión por el negocio de los fundadores son únicos, y un gerente externo no puede replicarlos con facilidad. Algunos ejemplos citados de CEOs en ‘founder mode’ en el reportaje que le dedica The New York Times.
El contexto La discusión llega en un momento singular: el flujo de dinero del capital riesgo sufrió un frenazo en los últimos años y las promesas de crecimiento futuro ya no son suficientes sin un flujo de caja adecuado.
También figura en la agenda la oportunidad y la incógnita a partes iguales que plantea el auge de la IA para el futuro de la empleabilidad en tecnología. Unas aguas turbulentas que, según esta visión, nadie puede navegar mejor que un fundador.
Entre líneas. El debate sobre el ‘founder mode’ refleja la tensión sobre una dualidad:
- La innovación disruptiva.
- La gestión corporativa clásica.
Los adeptos huyen de lo segundo refugiándose en lo primero.
Un par de ejemplos de estos enfoques, especialmente paradigmáticos:
- Jeff Bezos y Amazon. Dirigió la empresa durante casi tres décadas y siempre mantuvo un alto control sobre casi todos los aspectos de su negocio. Es famoso por su microgestión y su nivel de atención al detalle.
- Satya Nadella y Microsoft. El máximo exponente del ‘modo gerente’ o ‘modo mánager’. No es el fundador, pero ha sido elogiado por transformar la cultura de Microsoft desde que se convirtió en CEO hace una década.
Pros y contras.
Las ventajas que defiende el ‘modo fundador’:
- Visión consistente.
- Liderazgo apasionado.
- Toma de decisiones ágil.
- Profundo conocimiento del producto y del mercado.
Y los inconvenientes:
- Riesgo de crear cuellos de botella en la toma de decisiones.
- Posible burnout del fundador.
- Dificultad para atraer y retener talento que exige autonomía.
En resumen. Al margen de la moda y de la señalización que existe en torno al uso del término, es interesante el debate que plantea: cómo se debe dirigir y escalar una startup exitosa. Difícilmente habrá una única respuesta.
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