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La aerolínea Swiss quería que su primera clase tuviera asientos únicos. Son tan pesados que tienen que reequilibrar los aviones

Las compañías aéreas comerciales tienen dos grandes frentes en el diseño de interiores de sus aviones. Por un lado, maximizar todo lo posible el cada vez más reducido espacio de los asientos de la “clase económica”. Aquí de lo que se trata es de ingresar más a costa de “menos” para el pasajero. En el otro lado de la acera está la “clase business” o la “premium”, donde también se trata de ingresar más, pero de forma diferente. A una compañía se le ha ido de las manos.

Asientos por encima de las posibilidades. La noticia es muy sencilla de entender, no tanto que no haya pasado por varias fases antes de darle luz verde. Swiss, la aerolínea más famosa de Suiza, se está viendo obligada a realizar modificaciones en algunos de sus aviones. ¿La razón? Sus nuevos y flamantes asientos de primera clase, que se están instalando como parte de una renovación que llevaba aparcada varios años, están resultando demasiado pesados.

Los aviones afectados. Tal y como han contado, los nuevos asientos están siendo destinados a los Airbus A330, los cuales incluyen paredes de dos metros y puertas con cerradura para cada suite. El problema es que están ubicados en la parte delantera del avión, lo que hace que el morro del mismo sea extremadamente pesado. De hecho, la aerolínea ha explicado que tendrá que colocar una enorme «placa de equilibrio» en la parte trasera del avión para centrar el avión.

Todo sea por el lujo. Los nuevos asientos se han denominado «Swiss Senses», y se anunciaron en 2023 para estrenarse en el invierno de la temporada 2025-2026. En las palabras de la propia aerolínea, los clientes que compren estos asientos tendrán una experiencia totalmente “made in Suiza”, con “suites” de hasta 3,2 metros cuadrados en primera clase con puertas corredizas y paredes que protegen a los pasajeros de esos otros seres humanos que habitan con ellos el planeta.

Palabra de Swiss. Según un comunicado de la compañía tras detectar el problema, “como las tendencias de la industria significan que los asientos de primera clase y clase ejecutiva son cada vez más pesados ​​(para brindar más privacidad) y los asientos de clase económica son cada vez más ligeros, estas dos tendencias contrastantes están cambiando el centro de gravedad de la aeronave en la que se instalan dichos asientos”.

Además, han recordado, quizás para quitarle algo de “hierro” al asunto, que los tipos de aeronaves que tienden a ser pesados de morro de todos modos se ven particularmente afectados, y ese es el caso del A330. La aerolínea también modernizará los Boeing 777 con los nuevos asientos, pero sin el mismo problema. Sus Airbus A340 no recibirán los nuevos asientos.

¿Qué es esa “placa de equilibrio”? La solución que permitirá a los pasajeros de primera disfrutar de esos asientos voluminosos permitirá corregir el centro de gravedad. Al parecer, se calculará una vez que estas placas se instalen y pesen con precisión los nuevos interiores de la cabina, y “permanecerán a bordo de estos aviones hasta que se puedan desarrollar otras opciones”, dijo el portavoz, agregando que la aerolínea buscará tecnología que pueda reemplazar la placa.

¿Y dónde irá la placa? Swiss ha explicado que su ubicación estará en la parte trasera del avión, y que no será visible para la clase turista. En cuanto al peso, la aerolínea no puede confirmarlo porque tienen que esperar al volumen final de los asientos para calcular el contrapeso.

Un cúmulo de circunstancias. La pregunta que queda en el aire es clara, ¿cómo se pudo pasar por alto toda la cuestión del peso de los nuevos asientos una aerolínea comercial? Swiss, votada como la mejor primera clase de una aerolínea europea en 2024, dice que los nuevos asientos interiores fueron impulsados ​​​​por los comentarios de los clientes, “nos dijeron de forma clara que era hora de que modernizar los interiores de la cabina de los aviones de larga distancia, y especialmente nuestros Airbus A330-300”.

El portavoz también ha explicado que se había considerado añadir más asientos en clase económica para añadir peso en la parte trasera del avión, pero se rechazó para preservar la comodidad de la clase. Sea como fuere, la aerolínea niega que fuera un «error de planificación», y que al idear la cabina utilizaron «estimaciones aproximadas» del peso, que ahora han aumentado a medida que comienza la fabricación (y que se confirmarán una vez que se instalen los nuevos asientos).

Por cierto, lo que sí sabemos es el precio de los asientos que tenía la primera clase de Swiss: nada menos que 200 kilos. Eso nos permite hacernos una ligera idea de lo que deben pesar los nuevos para que tengan que reequilibrar su flota de Airbus A330.

Imagen | Frans Zwart, Caribb

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