Broncano y 'La revuelta' no se han adaptado ni un ápice a la audiencia de La 1 en su debut. Y les ha salido bastante bien
Salvo sorpresas, queda descartado el (improbable) escenario de que ‘La revuelta’, la versión recauchutada de ‘La resistencia’ que Broncano ha estrenado en TVE para competir con ‘El hormiguero’ pinche en audiencias. Sus muy notables cifras del primer día le plantan cara al programa de Motos, que sigue sin tener quien le rechiste. Sin duda, la lucha por el prime time va a ser muy emocionante en este arranque de curso.
Las cifras. El debut de Broncano superó todas las expectativas, incluso las propias del presentador. La pasada semana decía en el FesTVal de Vitoria que «si el lunes hacemos un 15% me lo creo, pero si hacemos un 6% también». Ha ido más allá: un 17,1% de cuota y 2.152.000 espectadores, en un dato muy poco acostumbrado para La 1, que obtiene así seis puntos más que la media del canal en el día. El éxito contagió al estreno ‘MasterChef Celebrity’, que anotó un 11.3%.
‘El hormiguero’ resiste. Por supuesto, este éxito no ha dañado las, como siempre, espectaculares cifras del programa de Pablo Motos, pero tiene todo el sentido del mundo que en Antena 3 estén muy atentos a los próximos movimientos de ‘La revuelta’. Aún así, de momento aguanta el tipo más que sobradamente: 23% de share y 2.893.000 televidentes en la primera entrevista en televisión de Victoria Federica, es decir, 8,2 puntos por encima de la media de Antena 3. En la franja en la que coindieron (de 21:52 a 22:52 horas), sacó a Broncano 5,3 puntos de ventaja.
Y una víctima. Como era de esperar, el gran derrotado en esta batalla es Carlos Latre y su ‘Babylon Show‘, que llevaba dos semanas sin cuajar entre el público y que ya había anunciado que se retiraba del choque dos días de la semana. El programa hace un mínimo histórico en su breve trayectoria de apenas un par de semanas, con 3,1% y 400.000 espectadores. De hecho, otros programas de access como ‘First Dates’, ‘El intermedio’ (que también se vio golpeado por Broncano y Motos) y hasta ‘Cifras y letras’ superaron con sus cifras a Latre.
Que nadie se venga arriba. Para valorar en su justa medida estas cifras hay que tener en cuenta un par de datos importantes: en primer lugar, es el debut de Broncano en La 1. Muchos de sus espectadores serían curiosos que se pasaban a comprobar si el programa había perdido su acidez o sus rasgos identitarios, y además el invitado no había sido anunciado previamente. Del mismo modo, ‘El hormiguero’ no se podía permitir ayer una mala cifra, así que recurrió a una baza segura: un personaje muy mediático en su primera entrevista.
Todo en la línea habitual. Lo más comentado del primer programa de Broncano, que contó como invitado con Aitor Francesena, campeón del mundo de surf adaptado, fueron sin duda un par de tatuajes que se hizo Grison de Pedro Sánchez (porque creía que el programa adquiriría ahora tintes políticos, y había que estar en línea con el canal)… y de Pablo Motos, para cuando tengan que pedir trabajo el año que viene. Es decir, todo en la línea cáustica y faltona habitual, en un chiste que, por lo que conocemos del sentido del humor de Pablo Motos, quizás ya estén pensando cómo responder en ‘El Hormiguero’.
Fiel a las esencias. Lo más sorprendente de ‘La revuelta’, de hecho, es que incluyó un total de cero sorpresas en su desarrollo: el humor, el ritmo, las preguntas fetiche, la complicidad con el entrevistado, las interacciones de Castella y Grison, todo seguía idéntico a como era en ‘La resistencia’. El escenario y el formato teatral fue idéntico al tradicional y lo único que se echaba en falta era toda la cacaharrería que el programa de Movistar acumuló en sus seis años de historia, problema que los presentadores subsanaron con continuas referencias al lore del universo de ‘La resistencia’.
Duelo para dos. Estamos solo en el segundo día de vida del programa, y el conflicto se presenta interesante, ya que tenemos a uno de los programas más masivos y mainstream de la televisión frente a un espacio para fans y cómplices (algo que ya se detectó en la citada presentación en Vitoria, llena de declaraciones que dejaban claro que el programa seguiría siendo lo que siempre ha sido). Lo que no está tan claro es que vaya a haber espacio para más rivales, como demuestra la caída en picado de Latre: el bipartidismo llega al access, dispuesto a arrasar con todo lo que se encuentre en su camino.
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