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Toyota replantea su estrategia con el coche eléctrico: producirá un 33% menos en 2026 y adelanta una cifra que parece imposible

Entregar la tecnología que el mercado pide en cada momento.

Ese es el mantra que Toyota lleva repitiendo día tras día en los últimos meses. Una línea estratégica con la que, por supuesto, también hacen sus previsiones para decidir en qué invierten su dinero. Y entre sus inversiones no pasa, desde luego, el coche eléctrico.

Al menos, no pasa exclusivamente por el coche eléctrico. La compañía hace tiempo que viene probando con el hidrógeno (tanto en pila de combustible como quemándolo en un motor de combustión) y se plantea que esta tecnología será clave en un mercado como el europeo, donde se anticipa la prohibición de vender motores de combustión que no sean neutros en carbono.

De igual modo, hace tiempo que apuestan por el híbrido (tanto enchufable como no enchufable) como una estrategia válida a largo plazo. Sus previsiones, aseguran, adelantan que apenas uno de cada tres coches que demandarán los clientes será completamente eléctrico.

Este enfoque global ha llevado a la compañía a rehacer sus cuentas. Con el coche eléctrico enfriando su crecimiento y ante un descenso en la demanda global de vehículos, Toyota ya adelanta que si tiene que hacer sacrificios los hará en esta última tecnología.

Un tercio menos de coches eléctricos y un objetivo llamativo

Aunque en Europa podamos pecar de tener una visión demasiado centrada en nuestro continente, Toyota piensa a nivel mundial cuando da el visto bueno a sus estrategias. Y en su estrategia tiene cuenta a Europa, por supuesto, pero también a China y a Estados Unidos.

Y en ambos mercados, los caminos son completamente opuestos. Las ventas de Toyota en China se han desplomado en los últimos meses. El mercado chino está decidido a hacer del coche eléctrico su bandera y la compañía apenas vende unos pocos modelos en el país en colaboración con BYD.

Esta decisión le está costando ventas, como también le está sucediendo a algunos fabricantes europeos, ya que el mercado parece estar mucho más interesado en los productores locales, las compañías de nuevo nacimiento y, sobre todo, en automóviles muy llamativos que lo apuestan todo al software y el infoentretenimiento.

En Europa, la demanda de coches eléctricos sigue creciendo pero la tendencia dice que éste se está enfriando. Es lógico, teniendo en cuenta que algunos expertos opinan que los potenciales clientes pueden estar retrasando la compra a la espera de la llegada de nuevos modelos más asequibles y con mayor autonomía.

Y en Estados Unidos, Toyota ha visto cómo las ventas de sus híbridos se disparaban recientemente. Las cifras de entregas de este tipo de producto consiguieron, de hecho, que las ventas aumentaran ligeramente a nivel mundial (0,7% de crecimiento) después de meses de caídas continuadas, lastrados por el descenso en las ventas de China y una menor producción como consecuencia del escándalo en las pruebas de seguridad que ha afectado a 14 modelos diferentes y que ha provocado la parada temporal de su producción.

El contexto mundial ha llevado a Toyota a recalcular sus previsiones de ventas, asegurando que la compañía reducirá la producción de sus coches eléctricos un 33% en 2026, recogen en Nikkei. La noticia llega acompañada de los anuncios de otros fabricantes, que han ido replanteándose sus inversiones a corto plazo en la producción de vehículos eléctricos, dando mayor protagonismo a los híbridos.

Con todo, habrá que esperar para conocer si Toyota no revisa todavía más sus previsiones. Sus planes para 2026 pasaban por producir 1,5 millones de coches eléctricos. Con sus nuevas cuentas, deberían situarse en el millón de unidades. En 2023, sin embargo, apenas colocaron poco más de 100.000 coches eléctricos en el mercado.

Y, pese a todo, la compañía se defiende asegurando que sus cifras no se corresponden con «objetivos» y sí hablan de una hoja de ruta para los próximos años. Esta hoja de ruta no se ha movido a medio plazo y eso significa que la compañía sigue teniendo la intención de producir 3,5 millones de coches eléctricos en 2030, recogen en Reuters.

Toyota hace tiempo que lleva asegurando que la venta de grandes volúmenes de coches eléctricos seguirá siendo algo que tarde en llegar. De hecho, ha asegurado que dedicar una mayor inversión a su desarrollo a corto plazo es «desperdiciarlo». En su horizonte está la idea de ganar impulso con las baterías de estado sólido, la gran promesa de la industria para vender vehículos con enormes autonomías.

Foto | Toyota

En Xataka | “Es casi inutilizable”: la demanda colectiva que Toyota afronta en Estados Unidos por su coche de hidrógeno

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