La "Gran Transferencia" pone en guardia a los millonarios: el 34% no confía en sus herederos. Ellos tampoco quieren sus empresas
Según el último informe de la Agencia Tributaria con datos de 2022, en España se ha incrementado un 2,5% el número de millonarios. El crecimiento de las grandes fortunas es un fenómeno global. Según datos del Informe sobre la riqueza global 2023 elaborado por UBS, el 45,8% de la riqueza global se encuentra en manos de solo el 1,1% de la población.
Esa concentración de patrimonio, principalmente en manos de la Generación silenciosa y de Baby Boomers, generará una gran transferencia intergeneracional hacia sus hijos y descendientes. Las estimaciones de la consultora Cerulli Associates hablan de una «Gran Transferencia de Riqueza» hasta 2045 valorada en unos 84 billones de dólares.
El dilema de la planificación del legado
No obstante, no todos los millonarios están afrontando su relevo de la misma forma. El Informe Global de Riqueza Empresarial de HSBC Global Private Banking encuestó a casi 1.000 empresarios de alto poder adquisitivo sobre sus planes de transferencia de riqueza y los resultados son llamativos.
El 38% de los empresarios consultados ya había comenzado a transferir su riqueza a sus herederos, bien en forma de fideicomisos o de donaciones y regalos. El 52% de ellos prefería mantener su empresa en manos de sus herederos o familiares, el 58% si se vincula esa preferencia a una fortuna de más de 10 millones de dólares. Lo más curioso es que, al menos el 8% de los millonarios encuestados todavía no se ha planteado la sucesión.
Más allá de los temas fiscales, la transferencia de riqueza es un asunto complejo que las grandes fortunas están afrontando desde distintas perspectivas en función del origen de su fortuna.
Relevo generacional en los grandes imperios
Los herederos de los nombres que ocupan los primeros puestos en las listas de mayores fortunas ya han tomado posiciones estratégicas en sus imperios empresariales para tomar el relevo generacional cuando llegue el momento.
El ejemplo más claro es Bernard Arnault, que ya ha ascendido a sus cinco hijos a cargos directivos estratégicos en su holding empresarial. No obstante, a sus 75 años, el magnate del lujo ha manifestado no tener planes de retirarse todavía. Arnault ha impulsado un cambio en los estatutos de LVMH para ampliar la edad de jubilación de su presidente y director ejecutivo, como publicaba Fortune.
En el caso de los Arnault, la transferencia de riqueza se llevará a cabo mediante un simple trámite de cambio de competencias en la cúpula de LVMH, dado que sus herederos ya ocupan puestos directivos en el principal origen de la fortuna familiar.
En España, la sucesión de Amancio Ortega sigue la misma línea que la dinastía de los Arnault. Los principales herederos de Amancio Ortega ya ocupan puestos de relevancia al frente de Inditex, en cargos estratégicos en las juntas directivas de Pontegadea u otras sociedades clave en la gestión de los más de 129.400 millones de dólares de patrimonio que atesora el fundador de Inditex.
No todos quieren seguir sus pasos
Según el informe de HSBC Global Private Banking, no todos los millonarios confían en sus herederos para tomar las riendas de las empresas que les han convertido en millonarios. Un 34% desconfía de la ética de trabajo de sus herederos, mientras que el 66% asegura que sus herederos o no quieren seguir con el negocio familiar, o quieren labrarse su propia carrera personal.
Las principales fortunas del mundo tienen su origen en ideas y proyectos tecnológicos que han prosperado impulsados por las habilidades de su fundador: Elon Musk, Mark Zuckerberg, Jeff Bezos, Larry Ellison, etc. No obstante, nada garantiza que sus herederos sean capaces (o tengan las habilidades) para tomar su relevo.
De nuevo, en el listado de las mayores fortunas también encontramos algunos ejemplos de herederos que han seguido su propio camino y no quieren hacerse cargo de la empresa familiar. Bill Gates es un buen ejemplo de ello.
Pese a tenerlo todo de cara para conseguir un puesto de liderazgo en la empresa que cofundó su padre, cada uno de los herederos de Bill Gates ha tomado su propio camino, y ninguno de ellos mantiene vínculos ni con Microsoft ni con la fundación que lleva su apellido.
Warren Buffett ha manifestado en numerosas ocasiones que no tiene intención de dejar herencia alguna a sus hijos y, de hecho, cada uno de ellos se ha creado una carrera al margen de Berkshire Hathaway, la empresa de inversiones que ha hecho millonario a su padre.
Hace unos días, El Mundo publicaba que Danielle Ryan, nieta del fundador de la línea aérea Ryanair, tampoco tenía intención de tomar las riendas de la empresa que fundó su abuelo y había conseguido el éxito fundando su propia marca de perfumería.
En Xataka | Cuánto dinero necesitas para estar entre el 1% más rico de España
Imagen | Flickr (Fortune Live Media, World Bank Photo Collection, Jérémy Barande)