Opinión

DESDE LAS ALTURAS

Por: Arturo Albíter Martínez

  • Victorino Barrios que por ley terminó su periodo como titular del órgano de fiscalización lo vuelve a hacer.
  • Acusa formalmente al ex rector de cobrar doble sueldo.
  • Grave que el rector Carlos Eduardo Barrera consienta ese tipo de acciones o peor, que esté de acuerdo.
  • La situación se pone peor cuando el que acusa no aclara el préstamo de dos millones de pesos que le extendió la FAAPAUAEM a pagar en unos meses.
  • Dato del día: La actividad industrial en la entidad continúa en terreno positivo. El sector de la construcción mantiene ritmo de recuperación aunque lentamente.
  • Pregunta del día: ¿Sirven de algo las comparecencias con una oposición tan débil?

Las cosas en la Universidad Autónoma del Estado de México se mantienen tensas; como no había pasado en otro momento, las acusaciones en contra de funcionarios, pero sobre todo de los que tuvieron alguna responsabilidad no paran.

No importa que el titular del Órgano de Control Interno, Victorino Barrios, de acuerdo a la ley, ya haya terminado su gestión desde hace cuatro semanas. Se mantiene activo y sigue su ataque en contra de ex funcionarios de la Máxima Casa de Estudios.

Ahora la acusación es por cobrar doble sueldo por parte de un ex rector.

Pero tenemos que ir por partes. Luego de muchos años en la Legislatura, Victorino Barrios fue dado de baja de su cargo, curiosamente mucho tuvo que ver el partido que lo apoya o apoyaba.

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Como premio de “consolación” llegó a la Universidad Autónoma del Estado de México, pero en su afán protagónico siempre ha estado listo para dar la nota, sin importar que sus posturas dañen a la misma institución.

Porque si hacemos un recuento de los resultados que obtuvo tendríamos que preguntar ¿Cuántas denuncias llegaron hasta sus últimas consecuencias? ¿Cuántos de esos funcionarios o ex funcionarios están detenidos o por lo menos inhabilitados?

Solo basta recordar la penúltima, cuando acusó al secretario de Finanzas, para que al final se determinara que todo estaba solucionado.

Desde que llegó, lo que ha sido un hecho, es la falsa percepción que se ha encargado de generar de la Máxima Casa de Estudios, hubo y hay corrupción.

Mientras el rector Carlos Eduardo Barrera se concentró en elevar a la institución en las clasificaciones que hacen, tanto en el país como instancias internacionales, por otro lado  Victorino Barrios se empeñaba en acusar, casi siempre con débiles pruebas.

Durante muchos años, su tema favorito fue la Estafa Maestra y aunque el caso estaba prácticamente cerrado y aclarado, insistía en revivirlo. La razón parece muy sencilla, esas declaraciones las ponía en los medios de comunicación.

El objetivo era llegar a ser candidato por la rectoría, algo que ya no podrá alcanzar, porque su periodo llegó a su fin a pesar de insistir en lo contrario y aferrarse a una norma institucional de que debe quedarse mientras la Legislatura nombra a otro funcionario.

Hasta en cuatro ocasiones solicitó a la Legislatura, primero que lo ratificaran, luego que lo nombraran como interno y no obtuvo respuesta. Sin contar con el hecho de que aparentemente tiene relaciones en la misma gubernatura.

La UAEM también mandó otro oficio a la Legislatura para dejar en claro que terminó la gestión de Victorino Barrios y que se debía iniciar el proceso para nombrar al nuevo encargado.

GRAVE QUE CARLOS EDUARDO BARRERA, CONSIENTA ESTE TIPO DE ACCIONES.

Por otro lado, la actitud del rector, Carlos Eduardo Barrera llama la atención y es que si bien está impedido para intervenir en el trabajo del contralor, no se ha tenido posicionamiento alguno a pesar de las acusaciones que no han tenido sustento.

Las preguntas parecen obvias: ¿No dice, ni hace nada porque consiente el actuar de Victorino Barrios o peor porque está de acuerdo? ¿Es tanto el respeto por el trabajo del contralor que a pesar de denostar a la institución o hasta extralimitarse es mejor quedarse callado?

Durante 4 años ¿Se habla más de la corrupción en la UAEM o de la calidad? ¿Quién ha tenido más portadas en los medios de comunicación, Victorino Barrios o Carlos Eduardo Barrera?

Y tampoco es posible decir que el tema se acabó, por varias razones, la primera, porque seguramente, aquellos a los que ha denunciado con pobres sustentos podrían actuar y el acusado sería el contralor.

Segundo, porque tampoco se aclara ese préstamos de dos millones de pesos que le otorgó indebidamente la FAAPAUAEM, tema que retomaremos en unos días.

Tercero porque se supone que la Ley aprobada por la Legislatura no puede estar por debajo de la norma de la UAEM y no debía continuar en su cargo.

Es lamentable que en la UAEM se presenten estos temas y se ventilen, en lugar de hablar de calidad y experiencia.

Y falta la elección de rector del año entrante, tema que se han encargado de calentar desde la misma rectoría con muchos meses de anticipación, como no ocurría en otro momento.

DATO DEL DÍA: ACTIVIDAD INDUSTRIAL MANTIENE RECUPERACIÓN.

Aunque los datos que da a conocer el INEGI pueden reflejar altas y bajas, desde el año pasado, el sector industrial ha tenido menos etapas negativas, como sucedía normalmente en el sexenio pasado.

Muchas ocasiones hemos comentado el pésimo papel del conocido como traidor, Alfredo del Mazo, en política económica.

Ahora con una visión diferente, los indicadores empiezan a estabilizarse en terreno positivo, sin que sea un despunte marcado.

Como inercia, el último trimestre del año pasado el indicador industrial en el Estado de México presentó un comportamiento negativo. Luego se ha mantenido en recuperación y casi alcanza niveles del 2021 justo cuando se notaba el rebote económico luego de la pandemia.

En la clasificación nacional, todavía no se encuentra en los primeros lugares, pero se mantiene en terreno positivo con una variación porcentual de 0.3% y una contribución al total, apenas superando el cero por ciento.

La minería y el sector de la construcción fueron los que le dieron impulso al sector secundario en la entidad. Aunque una de las fortalezas en tierras mexiquenses es la manufactura, en junio tuvo un registro negativo con un – 0.8% que lo pone por debajo de la media nacional.

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