SpaceX ha hecho público lo que cuesta el desarrollo de Starship. La clave es de dónde saca tanto dinero
¿Cuánto cuesta fabricar el cohete más grande del mundo? Gracias a una demanda judicial, tenemos la respuesta. La organización ambientalista Save RGV está librando una batalla legal contra SpaceX por los lanzamientos de Starship, lo que ha desvelado algunos detalles.
Save RGV argumenta que el sistema de diluvio, una especie de bidé gigante que dispara chorros de agua durante el despegue del cohete, está vertiendo aguas residuales en el Valle del Río Grande sin permiso, algo que SpaceX ha negado públicamente y en los juzgados.
En su demanda judicial, Save RGV solicita paralizar los lanzamientos en Starbase, las instalaciones de SpaceX al sureste de Texas. Es una de las razones por las que el quinto vuelo de Starship se retrasó a finales de noviembre, antes de adelantarse finalmente al domingo de la semana pasada.
En su oposición a la demanda, SpaceX sostiene que el sistema de diluvio, que emplea agua potable para controlar el fuego, el polvo y los escombros durante los lanzamientos, ha sido autorizado por el gobierno de Texas y la Administración Federal de Aviación, así como el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos, que concluyó que su uso no causaba daños ambientales significativos.
En el mismo documento, SpaceX menciona que ha invertido más de 7.500 millones de dólares en la construcción de sus instalaciones de lanzamiento y el desarrollo del cohete Starship-Super Heavy. Más interesante aún: operar Starbase, que incluye la fábrica del cohete, o «Starfactory», cuesta a la compañía 1.500 millones de dólares al año: 4 millones de dólares al día. Esta cifra tiene en cuenta gastos de personal, instalaciones y otros costes operativos.
«Sin la capacidad de realizar lanzamientos —dicen sus abogados al tribunal—, SpaceX enfrentaría estos costes sin un retorno significativo de la inversión, lo que podría impactar gravemente en su viabilidad financiera y su capacidad para cumplir con contratos importantes relacionados con misiones gubernamentales y comerciales». Lo que nos lleva a la siguiente pregunta.
Cómo financia SpaceX todo eso
Según Elon Musk, la principal fuente de financiación de Starship es el servicio de Internet por satélite Starlink, que en mayo superó los 3 millones de clientes.
Con más de 4.700 satélites activos, Starlink opera en un centenar de países y empieza a estar disponible en un buen número de compañías de cruceros y aerolíneas comerciales. Es la gallina de los huevos de oro que ha disparado la valoración de SpaceX a más de 200.000 millones de dólares. Elon Musk sigue teniendo la mayor participación en la empresa, pero ha vendido gran parte del pastel a nuevos inversores, que han ayudado a financiar Starship.
Como parte de SpaceX, Starlink es una empresa privada que aún no cotiza en bolsa ni presenta resultados, pero se proyecta que cierre 2024 con unos ingresos de 6.600 millones de dólares. Y esas cifras solo pueden mejorar el año que viene con los acuerdos con operadoras, que empiezan a aprovechar la conectividad celular Direct to Cell de Starlink para dar servicio en zonas sin cobertura.
Pero no solo Starship depende de Starlink: el futuro de Starlink también depende de Starship. El enorme cohete será fundamental para el despliegue de la siguiente versión de los satélites. Conocidos como Starlink de segunda generación, ofrecerán un ancho de banda 10 veces mayor y menor latencia que los actuales v2 mini gracias a una altitud orbital más baja.
A cambio, serán mucho más grandes, por lo que no podrán lanzarse en el cohete Falcon 9, como hasta ahora. SpaceX ya ha pedido aprobación a la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos (FCC) para dar servicio con estos satélites a velocidades de gigabit, de lo que se deduce que no tardarán en empezar a lanzarlos con Starship en vez de seguir probando el cohete sin lanzar carga.
Por supuesto, Starlink no es la única fuente de ingresos que hace posible el programa Starship. El Pentágono tiene sus propios intereses en Starship. La Oficina Nacional de Reconocimiento (NRO) está desarrollando la red de satélites espía Starshield, basada en la constelación Starlink. Y la Fuerza Espacial quiere alquilar el cohete para lanzamientos militares de un punto a otro de la Tierra.
Antes está la NASA, que firmó con SpaceX los dos contratos más importantes de Starship: HLS Opción A (de 2.900 millones de dólares) y HLS Opción B (de 1.150 millones de dólares). Estos contratos requieren una Starship para llevar astronautas desde la órbita lunar hasta la superficie de la Luna durante las misiones Artemis III y Artemis IV. SpaceX tiene que completar una prueba no tripulada de Starship en 2025 para cumplir su acuerdo con la agencia espacial.
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