Viernes, 8 de mayo de 2020 12:37 | CDMX – EDOMEX | CORONAVIRUS-CDMX
CIUDAD DE MÉXICO, mayo 8 (EL UNIVERSAL).- En las calles de Madero, 5 de Mayo, Venustiano Carranza, Moneda, Corregidora y Correo Mayor donde era característicos los ríos de gente y un bullicio interminable de vendedores ambulantes, y tiendas, hoy apenas se ven a unas cuantas personas caminando por el pavimento desolado donde la mayoría de los negocios tienen sus cortinas abajo.
Es el «Día D», cuando el gobierno federal y autoridades del Gobierno capitalino prevén que comience el pico más alto de contagios de Covid-19 en el Valle de México desde que comenzó el distanciamiento social en marzo pasado.
En los alrededores de la Plaza de la Constitución, a cuenta gotas, hay presencia de autos, así como de personas que salen de la estación Zócalo del Sistema de Transporte Colectivo Metro de la Ciudad de México.
«No hay gente, no hay nada de venta», lamenta un vendedor ambulante de gelatinas que empuja su carrito lleno de este producto por el carril de baja velocidad.
El hombre de camisa naranja, solo lleva como protección unos lentes oscuros para el sol, y dice que comenzó su jornada laboral desde las 8 de la mañana.
En la calle Correo Mayor, atrás de Palacio Nacional, el panorama es el de una ciudad desierta; la presencia de personas es nula y solo se observa a un par de mujeres del departamento de limpieza del Gobierno de la Ciudad.
Con equipo de protección, caretas, cubreboca y escoba en mano, una de ellas comenta que la presencia de personas disminuyó este viernes, algo que les beneficia.
«Porque así la gente no tira basura y nosotros no tenemos que trabajar más», dice entre risa una de ellas, quien omite dar su nombre.
Y es que las calles aledañas a Palacio Nacional, ahora sede del Poder Ejecutivo y residencia oficial del presidente Andrés Manuel López Obrador, desde hace 15 días han sido acordonadas con una cinta amarilla y son vigiladas por policías capitalinos, quienes prohíben el paso.
Frente al edificio del Gobierno de la Ciudad de México solo hay un grupo de unas ocho personas con cubrebocas que –aseguran- esperan a familiares: funcionarios del gobierno local los llamados «monitores» y personal de limpieza.
Afuera de este recinto, dos elementos de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina apoyados con un megáfono exhortan a los ciudadanos que se encuentran sentados a que se retiren y acaten las medidas de sana distancia.
El «Día D» el corazón político de la ciudad está asegurada con un cinturón se vallas metálicas y la consigan constante de «Quédate en casa».