Con Elon Musk al frente de DOGE los funcionarios de Estados Unidos se pueden ir despidiendo de algo: el teletrabajo
Elon Musk fue una de las voces más beligerantes contra el teletrabajo, incluso en aquellos oscuros días de confinamiento en los que muchas de las empresas que ahora vuelven a la oficina prometían teletrabajo para siempre.
El nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) de la Casa Blanca que dirigirá Elon Musk ya ha dado muestras de que seguirá las pautas que el magnate tecnológico ha aplicado con anterioridad en sus empresas: reducir al mínimo el número de funcionarios y eliminar el teletrabajo.
Vuelta a la oficina para los funcionarios. Tal y como el propio Elon Musk revelaba en un artículo de opinión para The Wall Street Journal, uno de los primeros puntos del orden del día de DOGE es la reducción de personal gubernamental, especialmente de aquel con modelos de trabajo remoto o híbrido.
«Exigir que los empleados federales vengan a la oficina cinco días a la semana daría lugar a una ola de despidos voluntarios que acogemos con agrado: si los empleados federales no quieren presentarse, los contribuyentes estadounidenses no deberían pagarles por el privilegio de quedarse en casa en la era del Covid», aseguraba Musk en su escrito.
Dos millones de funcionarios bajo la lupa. Según un informe del Congreso de EEUU, la Administración tiene a su cargo a unos 2,28 millones de funcionarios, además de personal militar y postal que no se incluye en este recuento. 1,2 millones de estos funcionarios trabaja desde una oficina gubernamental (54%), mientras que 1,1 millones de funciones son susceptibles de trabajar en remoto. En torno a 228.000 funcionarios civiles (10%) trabajan de forma remota a diario.
Según el artículo publicado por Musk, la intención es «reducir masivamente el número de funcionarios en toda la burocracia federal» y uno de los caminos alternativos es forzar las dimisiones de los funcionarios que no quieren o no pueden volver a las oficinas gubernamentales. Una estrategia que algunos directivos de RRHH de grandes empresas han reconocido haber usado para reducir sus plantillas.
Se les incentiva a pasar al sector privado. El responsable de aplicar recortes de personal y de regulaciones, ha asegurado que, aquellos funcionarios que sean despedidos por haber eliminado sus funciones, recibirán una compensación justa.
«Los empleados cuyos puestos se eliminan merecen ser tratados con respeto, y el objetivo de DOGE es ayudar a apoyar su transición al sector privado. El presidente puede utilizar las leyes existentes para darles incentivos para la jubilación temprana y para realizar pagos de indemnización voluntaria para facilitar una salida elegante», escribía Musk en su artículo de opinión.
Tácticas empresariales para el gobierno. El presidente electo Donald Trump dejó claro en su carta de designación de Vivek Ramaswamy y Elon Musk como directores del DOGE, que su intención era adoptar un «modelo empresarial» para la gobernanza del país. En esa línea, Elon Musk ha centrado su estrategia de reducción de la Administración en sus experiencias empresariales, cuando tras comprar Twitter despidió al 80% de su plantilla, cuando despidió a todo el departamento de supercargadores de Tesla o cuando optimizó la fabricación y lanzamiento de sus satélites para Starlink.
Con el anuncio público de la vuelta a las oficinas para los funcionarios como una herramienta para deshacerse de parte de la plantilla a coste cero, Elon Musk deja en evidencia a los directivos de empresas como Amazon, que han intentado desmarcarse de acusaciones de despido encubierto tras su política de vuelta a la oficina.
Despedir a funcionarios. Oficialmente, la legislación estadounidense no permite despedir directamente a los funcionarios federales con el fin de protegerlos frente a represalias políticas por sus actuaciones. Sin embargo, según argumenta Elon Musk en su escrito, el estatuto sí permite al ejecutivo aplicar «reducciones de personal» que no se dirigen a funcionarios específicos.
Dado que el objetivo de DOGE sería reducir el número de regulaciones y agencias estatales, el puesto de estos funcionarios dejaría de existir y el gobierno tendría luz verde para prescindir de ellos.
Imagen | Flickr (TED Conference)
