Mazda pensaba en el coche eléctrico como plan B. Ha encontrado un éxito inesperado que llega desde China y apunta a Europa
Los japoneses y la electrificación da para caso de estudio. Desde hace décadas, la combinación de los motores de combustión con el eléctrico han permitido a Toyota crecer hasta límites que podían considerar insospechados. Hasta convertirse, de hecho, en el mayor fabricante de coches del mundo.
Muchos esperaban, evidentemente, que el salto al coche eléctrico fuera sencillo para una empresa que lleva décadas trabajando con motores eléctricos y baterías. Sin embargo, la compañía nipona se ha visto envuelta en una círculo vicioso entre el amor y el odio, donde un día presentan un plan ambicioso, otro día reniegan del coche eléctrico, otro lo asumen como una pata más del negocio y otro lo aprovechan para presentar otro plan mucho más realista.
Hablamos de Toyota pero las cosas no son muy diferentes en el resto de compañías niponas. Nissan tuvo en el Leaf la oportunidad de tener su propio Prius eléctrico y sentar las bases de la industria del futuro pero el proyecto no cosechó el éxito que sí consiguió Toyota. Ahora se encuentran en conversaciones que pueden terminar en un movimiento de Honda para rescatar a Nissan.
Honda, de hecho, sigue apostando por el híbrido a corto plazo y aunque en el horizontes se muestran partidarios de dar el salto al coche eléctrico, su estrategia en este sentido también avanza con pies de plomo. No es de extrañar, por tanto, que compañías más pequeñas avancen por el mismo camino que están mostrando los gigantes de la industria de su propio país.
Sí, hablamos en este caso de Mazda. En los primeros días de 2024, Masahiro Moro, director ejecutivo de la empresa, era el primero en asegurar que «el interés en los vehículos eléctricos está disminuyendo, por lo que su empresa está explorando soluciones alternativas a la crisis de movilidad».
Eso mismo le había llevado a Mazda a presentar el Mazda Iconic SP. Su particular deportivo eléctrico de rango extendido (un híbrido enchufable en la práctica que prioriza el modo eléctrico y que utiliza un pequeño motor rotativo como alternativa auxiliar) para conseguir el equilibrio perfecto entre las bajas emisiones, un peso comedido y la diversión.
Con todo, Mazda no ha dado la espalda al coche eléctrico pero sí es cierto que sus primeros resultados no han sido demasiado exitosos. El Mazda MX-30 tuvo que sumar una opción de rango extendido dada su baja autonomía. Pero, cuando menos lo esperaba, ha encontrado un balón de oxígeno en su particular trayectoria dentro del mercado eléctrico.
Una que nada a contracorriente.
El coche de moda se llama Mazda EZ-6
Ese balón de oxígeno se llama Mazda EZ-6. La berlina eléctrica es un sucesor espiritual en formato eléctrico del Mazda 6 y ha conseguido colarse entre los tres sedanes eléctricos más vendidos en China, según recogen en CarNewsChina.
El éxito ha sido tal que la fábrica de Changan ha tenido que ampliar la producción del vehículo para dar a basto a toda la demanda que han venido acumulando en los últimos meses. Los nipones mantienen una joint venture con este grupo chino que tiene en el objetivo llegar a España en 2026.
Parte de ese éxito se explica, según el medio especializado en la industria automovilística china, en los descuentos y los beneficios que Changan Mazda está ofreciendo antes de final de año, entre los que se incluye un sistema de sonido Sony, neumáticos Michelin y rebajas de precio adicionales a las del Gobierno si se entrega otro automóvil.
Lo que ha llamado la atención del Mazda EZ-6 es que se trata de una berlina que mantiene todo el lenguaje de diseño de los nipones pero ha adaptado el interior a los gustos chinos, con una enorme pantalla de 14,6 pulgadas que utiliza un Snapdragon 8155 de Qualcomm para mover todo el sistema de infoentretenimiento.
Sus medidas, de 4,921 metros de largo, 1,890 metros de ancho y 1,485 metros de alto, con una distancia entre ejes de 2,895 metros también se adapta bien a los gustos chinos, donde se prioriza el espacio de las plazas traseras. Sus 480 km o 600 km homologados con el optimista ciclo chino son más que suficientes en un país donde los viajes de largo recorrido en coche no son tan habituales. Le acompaña un motor de 190 kW (255 CV).
El vehículo no solo ha levantado expectación en China. Mazda está carente de modelos completamente eléctricos en su oferta y ya ha dado comienzo a su fase comercial en Japón. El nuevo sedán eléctrico busca hacerse un hueco en terreno difícil ya que el mercado sigue apostando por el híbrido.
Con todo, la compañía aspira a sacar todo el rendimiento posible fuera de China. Sabemos que el pasado verano la compañía ha estado haciendo pruebas del coche en Suecia, gracias a unas fotos espía de Autoevolution. La compañía podría dar sus primeros pasos en Reino Unido y, posteriormente, saltar a otros mercados europeos.
Queda por saber si Mazda mantendría el mismo diseño del interior que ya vemos en China, ya que la compañía siempre ha renegado de las pantallas gigantescas por considerarlas poco seguras. La instalación de un panel de más de 14 pulgadas es, desde luego, una concesión para el mercado asiático.
Tampoco sabemos cuál sería su precio de venderse en Europa. En China tiene un precio que, al cambio directo, es de apenas 18.310 euros. Sin embargo, en su salto a Europa podemos esperar un precio mucho mayor. Además, tendría que lidiar con los aranceles que Europa ya aplica a los eléctricos llegados desde China. Otra cuestión sería si Mazda encuentra sentido a traer el híbrido enchufable, que con el ciclo chino de homologación ofrece un rendimiento de 1.300 kilómetros con un solo depósito, que carecería de aranceles y que podría estar alineado con un mercado que ha visto cómo las ventas de los coches eléctricos se han ido frenando.
Foto | Mazda
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