El desafío que marcará la administración de nuestra Presidenta
Por: Boghar González y González
-100 días con la Presidenta
-No hay una sociedad dividida
-El reto, en el corto plazo, es Trump
La concentración de Morena del pasado domingo, dejó claro que la movilización de militantes es clave para mantener activos a los partidos políticos, la sensación de pertenencia, identidad, exhibición de fuerza, etc. es vital. Si fueron por su propio pie, invitados o patrocinados por autoridades o miembros del partido, corporativos y/o sindicatos, sociedad civil, etc. es lo de menos, lo importante, es estar del lado correcto de la historia inmediata: con los ganadores y ante eso no hay razonamientos que puedan cuestionar la legalidad o el uso de recursos públicos que invaliden dicha actividad.
Se describieron los logros de estos primeros 100 días de la administración de la Presidenta, pero la frase que permeó a través de los medios de comunicación se dirigió al presidente electo de EE. UU. “no subordinación” apelando al nacionalismo de nuestro lado de la frontera además, en los análisis tradicionales de los medios de comunicación afines y contrarios a la 4t se quedaron en las formas, incluso con argumentos misóginos, que distraen la esencia del ejercicio de comunicación: “ella no manda”, “continuismo”, “acarreados”, etc. Queda claro que las emociones ganan a la razón.
Desde la elección de junio del año pasado, en esta columna, se resaltó el hecho que las posiciones extremas entre los simpatizantes y críticos de la 4t, diluían posiciones más racionales y tendientes al centro en todos los ámbitos de la convivencia nacional, en algunos mensajes de retroalimentación leí que pasada la elección se acabarían las posiciones irreconciliables, pero es muy notorio que por efecto de los resultados: donde la oposición fue arrasada, la mayoría calificada en ambas cámaras y la reforma al poder judicial, los argumentos en favor y en contra siguen en los extremos, adicional, la alta calificación que se da a la Presidenta y la sensación de bienestar y confianza de que lo público se está gestionando mejor, que las encuestas reportan, tal parece que los simpatizantes de la 4t van en aumento, por lo tanto no podemos hablar de una sociedad dividida, sino polarizada.
El poder total que tiene la 4t, debe ser aprovechado en beneficio del país, ahora que estamos frente al reto que representa la presidencia de Trump, la gran mayoría de la sociedad apoya al gobierno, las voces de los detractores cada vez son menos, incluso en los medios de comunicación, siguen cometiendo el error de argumentar con situaciones catastrofistas que más que dividir, solo polarizan posiciones, esto les resta credibilidad, los partidos de oposición siguen perdidos, atrincherados, sin una reflexión profunda, con las mismas dirigencias que los han llevado hasta este punto, sin autocrítica y solo siendo reactivos, no se ve que puedan generar otra ruta que empiece a entusiasmar a parte del electorado, esperemos que sean los nuevos partidos que están en proceso de registro ante el INE los que presenten alguna alternativa viable en el mediano y corto plazo.
Es notorio que la 4t está viviendo su momento, se puede nublar a partir del lunes 20 de enero ante la llegada formal de Trump, en tanto la ciudadanía está satisfecha, le gusta lo que está sucediendo: sigue la “luna de miel” con la primer mujer presidenta, más allá del aumento al precio de la gasolina, los eventos de la delincuencia organizada, los niveles de deuda pública, la gran mayoría de la población no lo está ponderando y lo pasa por alto ante la efectividad de los programas sociales.
En el corto plazo, en este primer semestre de año, el reto es la llegada de Trump, es muy positivo que los funcionarios y en especial la presidenta tengan el respaldo mayoritario del pueblo, el control del poder legislativo y judicial para hacer las adecuaciones necesarias ante la negociación con nuestros socios comerciales, no hay pretexto de algún obstáculo en política interior para atender este reto, que sin duda habrá de marcar el futuro y los resultados que pueda entregar nuestra primer Presidenta, es necesaria la unidad y confianza de todos los mexicanos, seamos positivos.
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