Sobre el nuevo 'Hombre lobo' pesa más que una maldición: la sombra del fallido MCU de monstruos que quería construir Universal
Pocos estudios pueden presumir de un catálogo de personajes tan firmemente enraizados en la cultura popular como los monstruos de la Universal. Desde los años treinta, era dorada del cine de terror de la compañía, personajes como Drácula, el monstruo de Frankenstein, la momia o el hombre lobo han formado parte de las pesadillas de varias generaciones. Universal lo sabe y quiere sacarle partido de un modo u otro.
Raíces diversas. Por supuesto, estos monstruos no son todos propiedad de Universal: Drácula, Frankenstein o el Hombre Invisible parten de novelas previas, y el hombre lobo y la momia son hijos del folclore y las leyendas, nadie es su dueño. Solo algunos monstruos secundarios de su catálogo, como la criatura de la Laguna Negra son estrictamente propiedad de Universal. Lo que sí es de la productora son ciertos aspectos físicos de los personajes (los más reconocibles de la historia) y el empaque legendario de los monstruos clásicos. Bela Lugosi, Boris Karloff, Lon Chaney Jr., Tod Browning, James Whale… todo son nombres que hacen salivar al aficionado.
El nuevo hombre lobo. Aún sin atreverse a entrar en los pesos pesados (mucho menos ahora que Guillermo del Toro va a estrenar su ‘Frankenstein’ para Netflix), Universal sigue moldeando nuevas versiones de algunos de sus clásicos: en 2018 lo hizo con una estupenda y muy feminista versión de ‘El hombre invisible’. Ahora lo hace con ‘El hombre lobo’, en una actualización de la que se están publicitando mucho las transformaciones, más cercanas a las pesadillas neocárnicas de ‘La cosa’ o ‘La mosca’ que a felpudos con pantalones como Lon Chaney Jr. o Paul Naschy.
No es la primera vez. El éxito de estas nuevas versiones, modestas a su manera pero con ánimo trotón, salvaje y actual (a diferencia de la revisitación de, por ejemplo, Benicio del Toro en 2010, no estamos antes una película de época) intenta hacer olvidar aquel pequeño desastre que fue el Dark Universe, el intento de crear un universo de superhéroes góticos al estilo MCU que arrancó en 2014 con un paso en falso: el pinchazo en taquilla de la risible ‘Drácula, la leyenda jamás contada’. Pero la cosa aún tenía que caer aún más en picado.
El Universo Oscuro fracasa. Universal replanteó el arranque con ‘La momia’, una superproducción con Tom Cruise que invirtió (entre producción y marketing) 345 millones de dólares que no pudo capear. Por el camino quedó un lujoso plantel de intérpretes para dar vida a los monstruos clásicos: Russell Crowe como Jekyll y Hyde, Johnny Depp como el Hombre Invisible y Javier Bardem como el monstruo de Frankenstein. Se plantearon diez películas que incluían ‘Drácula’, ‘La novia de Frankenstein’, ‘El jorobado de Notre Dame’ o ‘El fantasma de la ópera’ entre otras, pero el fiasco de ‘La momia’ acabó con los planes.
Vuelta a empezar. Universal replanteó su propuesta con películas de los monstruos de su catálogo, pero independientes y autoconclusivas. Al final de ‘Hombre Lobo ‘no veremos una secuencia post-créditos en el que un conde Drácula de aviesas intenciones vigila al licántropo en la lejanía, con vistas a un cóctel futuro. No solo el propio Dark Universe, sino experimentos fallidos como el Spider-verso de villanos de Sony recuerdan los riesgos de pasarse de ambición, pero la tentación debe ser grande. ¿Veremos un universo compartido de monstruos alguna vez en el futuro?
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