Kalma es el primer esfuerzo real de Corea del Norte por convertirse en un lugar de vacaciones. Por ahora solo para rusos
En octubre dimos cuenta de una historia surrealista si no fuera porque era completamente cierta. Corea del Norte tenía un plan entre manos: convertirse en un enclave de vacaciones con todas las de la ley. De fondo, aunque con matices: montar su propio Benidorm inspirándose en España. Para mayo de este año se esperaba el complejo turístico de Wonsan-Kalma. El proyecto no solo sigue adelante, ya hay fecha prevista de llegada de turistas, por ahora solo de Rusia.
Inspirado en España. Como contamos entonces, en realidad el proyecto de Wonsan-Kalma comenzó en 2014, con la visión de transformar la península de Kalma en un destino de lujo con hoteles, restaurantes y atracciones, incluyendo incluso planes iniciales para un hotel submarino. La ambición del proyecto quedó reflejada en 2017, cuando una delegación de 16 funcionarios norcoreanos visitó España para estudiar modelos de desarrollo turístico en lugares como Marina d’Or y Terra Mítica, en Benidorm.
Las experiencias adquiridas influyeron en el diseño del complejo, con énfasis en infraestructura hotelera, ocio y servicios complementarios, según reportó entonces Reuters. El único «pero»: que la región norcoreana es conocida por otra peculiaridad, una a priori no muy compatible con el éxito turístico. Al parecer, en el pasado han utilizado la región costera de Wonsan para probar misiles balísticos. De hecho, en 2020 el Estado Mayor de Corea del Sur advertía que se habían lanzado dos proyectiles desde la propia Wonsan, a unos 180 kilómetros de Seúl.
Un megaproyecto bajo control estatal. Según el experto estadounidense en Corea del Norte, Jacob Bogle, el complejo turístico será el mayor desarrollo de su tipo en el país y posiblemente el más grande del mundo bajo un único propietario estatal. A diferencia de Benidorm, que se desarrolló a lo largo del tiempo con diversas inversiones privadas, el proyecto de Wonsan es o será una estructura única y centralizada, operada exclusivamente por el gobierno.
A este respecto, el complejo incluirá instalaciones como un acuario y centros deportivos, pero su enfoque turístico estará sujeto a las restricciones tradicionales de Corea del Norte, donde los visitantes deben seguir itinerarios rígidamente planificados, generalmente en grupos organizados desde fábricas, escuelas o empresas estatales.
El turismo como vía de ingreso de divisas. Lo contamos también hace unos meses y es la pata más importante de esta inversión. A diferencia de otras áreas de la economía norcoreana, el sector turístico no está sujeto a sanciones internacionales, lo que representa una oportunidad clave para obtener divisas extranjeras. De ahí que el líder norcoreano, Kim Jong Un, haya destacado que el país cuenta con “recursos turísticos ricos y diversos” que pueden ser aprovechados para revitalizar la economía regional y mejorar los niveles de vida de la población.
Los principales mercados objetivo para el turismo norcoreano, al menos al principio, parecen claros: Rusia y China, países con los que Pyongyang ha fortalecido lazos políticos y económicos en los últimos años. De hecho, tras la reapertura parcial de las fronteras en 2023, los primeros turistas en visitar el país fueron rusos, y la agencia estatal de viajes, Korean International Travel Company, ha estado promoviendo los atractivos turísticos de Corea del Norte entre los viajeros rusos. Ahora esa apuesta se ha reafirmado.
Primeros paquetes: el turista ruso. La noticia estos días es que una agencia de viajes rusa ha iniciado la promoción de la nueva zona turística de Kalma con la idea de que los primeros turistas extranjeros en visitar el complejo sean rusos. La empresa Vostok Intur, con sede en Vladivostok, ha anunciado tres fechas de viaje al resort turístico Wonsan-Kalma, comenzando en julio, según una publicación en su canal de Telegram.
A este respecto, la agencia ofrece paquetes de ocho días, con la primera excursión programada del 7 al 14 de julio, seguida de dos viajes adicionales en agosto. El coste del paquete: 1.400 dólares, con gastos adicionales a pagar en rublos rusos y donde se incluye:
- Alojamiento por siete noches, con tres comidas diarias.
- Vuelos de ida y vuelta a Corea del Norte.
- Visitas guiadas a Pyongyang al final del viaje, como parte de la experiencia.
Según la agencia, los turistas podrán disfrutar de un entorno «ecológicamente limpio» con opciones de entretenimiento para todos los presupuestos y una variedad gastronómica adaptada a diversos gustos.
Una apertura estratégica. Así las cosas, el anuncio del inicio de operaciones de la zona turística de Kalma llega tras una década de construcción, con la apertura oficial prevista ahora para junio de 2025. De hecho, Kim Jong-un, quien inspeccionó personalmente el complejo junto a su hija, ha calificado el proyecto como un “gran paso” en el desarrollo de la industria turística del país, describiéndolo como un lugar “espectacular, hermoso y magnífico”.
Primero Rusia, y luego ya veremos. Como decíamos, el interés en atraer turistas rusos a la zona de Kalma refuerza la creciente relación entre Moscú y Pyongyang, fortalecida por la cooperación en sectores estratégicos tras el aumento de la tensión entre Rusia y Occidente debido a la guerra en Ucrania. Corea del Norte parece tener claro e identificado a Rusia como un mercado prioritario, dado que, como explicábamos, el turismo no está sujeto a esas sanciones internacionales y ofrece una vía segura para la obtención de moneda extranjera.
Desafíos de Corea del Norte, enclave de vacaciones. Qué duda cabe, si bien la promoción turística a través de agencias rusas marca un paso importante y decisivo para la explotación del complejo de Kalma, el proyecto enfrenta desafíos conocidos, tales como las restricciones de movilidad dentro del país, el acceso limitado a información objetiva o cuestiones propias de seguridad para los que viajen.
A pesar de ello, la nación confía en que la zona turística sirva como una herramienta clave para impulsar el desarrollo regional y mejorar la percepción internacional del país como destino turístico. Que tiemble Benidorm.
Imagen | Clay Gilliland
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