Ya nadie pone que sabe leer en el currículum. Mantener estos tres datos tampoco tiene sentido en 2025
Una de las principales premisas que dan los expertos en reclutamiento de personal es mantener el currículum actualizado, y adaptarlo a la oferta de trabajo a la que se va a postular. De forma casi inconsciente, se tiende a actualizar incorporando nuevas habilidades y conocimientos que se van adquiriendo y, tal vez, no se cae en la cuenta de que hay habilidades que ya se asumen como básicas.
Del mismo modo que ya nadie pone en su currículum si sabe leer o escribir en la España de 2025, hay determinados datos y habilidades que deberían desaparecer por resultar obvias. Actualizar el currículum en estos detalles también denota que el candidato se adapta al lenguaje del mercado laboral actual.
Nadie te va a escribir una carta postal
Uno de estos errores habituales es incluir la dirección postal junto a tus datos personales. Además de resultar un dato superfluo en los procesos de selección actuales, incluir tantos datos personales supone una exposición innecesaria de tu privacidad.
En ninguno de los escenarios posibles, el reclutador va a enviarte una respuesta postal a tu dirección como primer contacto. Por lo tanto, en lugar de incluir tu dirección postal, puedes destacar tu correo electrónico de contacto o, si lo prefieres, tu número de teléfono.
La única referencia a tu lugar de residencia debería ser la población o provincia de residencia, ya que este dato servirá al reclutador para hacerse una idea de la disponibilidad geográfica en caso de aplicar a un puesto con opciones de jornada híbrida o presencial.
Informática nivel usuario ya no es una opción
Incluir determinadas habilidades para «hacer bulto» es contraproducente cuando los reclutadores no van a emplear más de seis segundos en ojear tu currículum y determinar si eres el perfil de candidato que están buscando. Rellenar con paja tus habilidades solo dificultan esa tarea, y puede hacer que otras habilidades reales pasen inadvertidas.
Habilidades como «informática nivel usuario», uso del correo electrónico o de redes sociales son habilidades que, en 2025, ya se asumen como básicas e implícitas, como lo es el saber leer y escribir.
En su lugar, destaca tus habilidades en el uso de herramientas específicas relacionadas con esos ámbitos. Por ejemplo, puedes destacar tu dominio con herramientas de mailing o distribución de newsletters, conocimientos en software para la monitorización de las métricas en redes sociales, o alguna certificación digital que acredite tu capacitación en ese apartado.
Sin vaguedades ni adjetivos
A no ser que el puesto al que se postula sea para convertirse en imagen promocional de la empresa, añadir adjetivos referentes a la apariencia física no procede en un currículum, e incluso se asumen.
El ejemplo perfecto es indicar «buena presencia» como una cualidad del candidato. Además de ser un término vago e impreciso, no aporta información sobre las habilidades, conocimientos y capacidades para desarrollar el puesto, que es lo que realmente interesa a los reclutadores en los primeros filtrados de candidatos.
El concepto de «buena presencia» toma mayor relevancia a medida que se avanza en el proceso de selección. Al acudir a una entrevista de trabajo, es necesario ofrecer una imagen profesional para causar buena impresión a la persona que vas a tener delante. Esa primera impresión positiva no solo se obtiene vistiendo de forma adecuada. Llegar a tiempo o responder de forma adecuada también contribuyen a que la entrevista sea un éxito.
Foto sí, foto no: la polémica está servida
Como opción adicional a los tres datos que se han convertido en superfluos para la selección de candidatos, encontramos la opción de incluir o no una foto del candidato.
En este sentido, no hay un criterio unánime sobre la idoneidad de incluir una foto en el currículum. En caso de optar por incluirla, esta deberá ser una foto en la que solo aparezca quien se postula a la vacante, con un fondo neutro y optar por un estilo y vestuario profesional.
Según los expertos de la consultora de empleo Hays, no incluir la foto en el currículum podría ser indicativo que el candidato oculta algo, por lo que se tiende a recelar. Por otro lado, no incluirla hace que se eviten los sesgos por edad, raza o aspecto físico y se pone el foco en las habilidades del candidato.
En países con influencia anglosajona como Reino Unido, Estados Unidos, Australia o Canadá, consideran negativo incluir una foto del candidato en el currículum. De hecho, en Reino Unido está prohibido por la Ley de equidad de 2010. Por lo tanto, si la vacante es para cubrir un puesto en empresas de esos países, es recomendable eliminar la foto del currículum.
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Imagen | Unsplash (The Jopwell Collection)