Familiares y amigos no dejan de preguntarme si "merece la pena comprarse un coche chino". Esta es mi respuesta
El mercado del coche chino está creciendo en España. Si echamos un vistazo a las matriculaciones del pasado mes de enero, el MG ZS se ha aupado a la segunda posición (compartida con el Hyundai Tucson) si nos atenemos a las ventas del primer mes del año, según los datos de ANFAC.
Si echamos un vistazo tecnología a tecnología, entre los coches eléctricos, el BYD Dolphin y el BYD Atto 3 han conseguido colarse entre los cinco coches más vendidos. Entre los híbridos enchufables, el BYD Seal U DM-i es el segundo coche que más matriculaciones ha registrado y el sexto es el MG EHS. Entre los híbridos no enchufables, el MG ZS también ha conseguido colarse entre los 10 más vendidos.
Pero no solo entre energías alternativas ocupan buenas posiciones los coches chinos. Entre los cinco coches de gasolina más vendidos, el MG ZS y el Omoda 5 se han colado en segunda y cuarta posición.
Y si comprobamos el rendimiento por marcas, BYD matriculó 1.192 coches que sólo pueden ser eléctricos o híbridos enchufables. Pese a ello, se situó por encima de Cupra y rozó con los dedos las cifras de Mazda. Pero entre aquellos que sí ofrecen coches exclusivamente de gasolina, las cifras son todavía más llamativas.
Las 2.804 matriculaciones de MG son más de las que sumaron el pasado mes de enero Ford (2.578 unidades), Opel (1.413 unidades) o Skoda (2.514 unidades). Y rozaron las de Nissan, con 2.955 coches vendidos. La suma de Omoda y Jaecoo, que apenas tiene un coche cada una en el mercado, sumaron 1.201 coches lo que les deja lejísimos de marcas con mucha historia detrás como Honda, Alfa Romeo o Fiat que apenas han sumado unos pocos centenares de coches vendidos en el primer mes de enero.
Una oferta amplia, interiores llamativos pero, sobre todo, unos precios realmente atractivos han terminado por seducir a miles de clientes en nuestro país. Por eso, tratamos de dar respuesta a una duda que cada vez resuena más en la calle: ¿ha llegado el momento de comprar un coche chino?
Unas reservas que se entienden
Antes de que sigamos leyendo, vamos a dar una respuesta que puedes imaginarte: depende. El coche perfecto no existe. Por lo tanto, tenemos que valorar a qué damos más importancia en el coche y qué esperamos de él.
Por ejemplo, yo valoro mucho el agrado de uso a la hora de conducir, con una buena dirección y una caja de cambios precisa, las pantallas son secundarias para mí, por eso escogería un Mazda o un Honda antes que muchos otros coches.
Sin embargo, hay quien entiende que su coche es simplemente un objeto con cuatro ruedas para transportarse de un lugar a otro y, en ese caso, prefiere gastar lo mínimo en el día a día y valora más la tecnología y fiabilidad híbrida de Toyota que otros elementos.
Otros, sin embargo, prefieren que su coche ofrezca un equipamiento amplísimo de base, con funciones de ayuda a la conducción o con pantallas más llamativas que sus rivales. Seguramente, en este caso habrán visto con muy buenos ojos los coches chinos.
Pese a todo, la compra de un coche suele ser, después de una vivienda, el mayor desembolso que se hace en un hogar. Por eso es de esperar que algunas personas tengan reticencias ante marcas que eran desconocidas hasta hace muy poco en España y en Europa. Aquí vamos a tratar de responder a las peculiaridades generales de los coches chinos para saber si merece la pena o no invertir decenas de miles de euros en ellos.
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Lo que más valoro es el precio
Si lo más importante es el precio, el coche chino es para ti. Generalmente, nadie da tanto espacio, tamaño o equipamiento por el menor dinero. Si tomamos como referencia el comparador de precios de Km77 podemos verlo claro.
Según los datos recogidos, el coche más barato del mercado es en estos momentos el Dacia Sandero. Se puede obtener por 13.940 euros y cuenta con pegatina ECO de la DGT porque cuenta con GLP. El primer coche chino es el MG ZS y tiene un precio de 16.890 euros. Sin embargo, es más grande, tiene 120 litros más de maletero y cuenta con la estética SUV que tanto gusta.
Entre ambos vehículos se sitúan coches como el Toyota Aygo X, el Seat Ibiza, el Citroën C3 o el Mitusbishi Spacestar. Sin embargo, todos ellos son coches más pequeños. Por un precio casi calcado al MG ZS, el MG 3 se vende por 16.990 euros. Antes de llegar a los 20.000 euros también hay coches importados como los de DR Automobiles, los Invicta o, incluso, eléctricos como el Leapmotor 03.
En este último caso, si lo que quieres es ahorrar dinero en el día a día con un coche por debajo de los 20.000 euros pero que, eso sí, está limitado a la ciudad, este coche chino eléctrico puede ser una gran opción. En cuanto a híbridos, la opción más asequible es la del MG 3 Hybrid + que se mueve por debajo de los 20.000 euros. Su ventaja frente al Toyota Yaris es que es más grande pero, eso sí, tiene un maletero más pequeño. Punto para el nipón en este caso que es un poco más caro pero se mantiene en unos competitivo 21.900 euros. El salto en tamaño lo da el MG ZS Hybrid+, que se mantiene en 22.490 euros pero, este sí, es mucho más grande y tiene un maletero muy superior a rivales como el Yaris o el Renault Clio.
A igualdad de precio, los coches chinos suelen ser más grandes, espaciosos o tienen más equipamiento
Si echamos in vistazo a los híbridos enchufables, los coches chinos vuelven a abrir el mercado. Lo más barato del mercado es el Mazda MX-30 pero entendemos que su concepción como eléctrico de autonomía extendida busca otro tipo de uso. Por encima, el Leapmotor C10 y sus 33.724 euros es la opción más asequible. Hablamos de un coche de 4,73 y que por dentro tiene unos acabados buenos y unos materiales bien elegidos. Un Ford Kuga es sensiblemente más pequeño (casi 14 centímetros menos) aunque, eso sí, cuenta con un maletero mucho más grande (436 litros del Kuga frente a los 400 litros de la versión china).
Por encima, se vuelve a repetir patrón, con el MG HS Hybrid Plug-in situándose por debajo en precio que el Toyota C-HR pese a ser un coche bastante más grande (31 centímetros a favor del modelo chino) y esta vez con un maletero que también es mucho más grande, superando en más de 100 litros a la oferta del nipón. Para un BYD Seal U DM-i ya hay que irse a los 37.290 euros pero sí podemos certificar de buena mano que es un coche bien hecho y con un espacio enorme en las plazas traseras (no así en el maletero).
Por último, entre los eléctricos también juegan los chinos la batalla del tamaño o los acabados. Un Leapmotor T03 es un buen coche para callejear en ciudad y está bien hecho. Un Dacia Spring cuesta más o menos lo mismo (17.890 euros para el Spring y 18.941 euros para el T03) pero el interior es más espartano. Eso sí, a los eléctricos les han salido duros rivales en los últimos meses de la mano de Stellantis como los Citroën ë-C3, el Opel Frontera o los Fiat Panda, y ha llegado el Hyundai Inster. Todos ellos son coches que se venden por menos de 25.000 euros.
Si nos vamos a precios más altos, entre 25.000 y 30.000 euros sí hay más pelea. El Renault 5 es el modelo elegido si apuestas con el corazón o asumes sus carencias de tamaño pero los Dongfeng Box, los MG4 Electric o los BYD Atto 2 y Dolphin son coches que, generalmente, dan un extra en acabados bien rematados y que suelen tener un gran espacio en las plazas traseras.
Si no te atreves a dar el paso, las alternativas a los coches chinos son generalmente más pequeñas pero de compañías que llevan mucho más tiempo asentadas en Europa y España.
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Lo que más valoro es el equipamiento
En este caso, el coche chino vuelve a ser una gran opción. De partida, este tipo de vehículos han apostado claramente por ofrecer lo mismo que los paquetes de equipamientos más completos que los rivales pero por menos dinero o, directamente, como parte de su equipamiento de base.
Un MG ZS en su nivel de acabado Luxury que se vende por 18.390 euros cuenta con cámara de 360º, control de crucero, faros Bi-LED, ajuste eléctrico para el asiento del conductor, asientos delanteros calefactados, retrovisores plegables eléctricamente o volante de cuero. Un Seat Ibiza de 19.52o euros solo incluye el control de crucero y el plegado de los retrovisores. El resto forma parte de añadidos que hay que pagar en paquetes de equipamiento adicionales.
Un BYD Dolphin y un Volkswagen ID.3 cuestan casi lo mismo (34.480 euros para el BYD y 34.890 euros para el alemán) pero la diferencia de equipamiento es enorme. La marca china ofrece, por ejemplo, su cámara 360º de serie, mientras que en el modelo de Volkswagen hay que añadir 2.770 euros más a la factura. Ese paquetes es obligatorio para tener, por ejemplo, detector de ángulo muerto o acceso sin llave, mejoras que el BYD trae de serie. También es de serie el asiento con ajuste eléctrico y calefactado, mientras que Volkswagen obliga a sumar otros (como mínimo) 2.685 euros más.
Si echamos un vistazo a la gama alta, en la prueba del BYD Han ya adelantábamos que, pese a ser un coche que costaba 69.900 euros, igualar en potencia y equipamiento a este eléctrico suponía desembolsar unos 40.000 euros más si hablábamos de BMW o Mercedes.
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Lo que más valoro es la seguridad
En este sentido, hay que tener en cuenta que si lo que queremos son las opciones básicas, el coche chino está a la par que el europeo o el estadounidense. De hecho, en Xataka explicamos que las obligaciones de la Unión Europea en materia de seguridad era uno de los motivos por los que se habían encarecido los automóviles en los últimos años.
Hay que tener en cuenta que, desde 2022, la Unión Europea obliga a que todos los coches nuevos homologados para su venta en suelo continental deben contar con un paquete de elementos de seguridad entre los que destacan la frenada de emergencia, detector de fatiga, alerta de salida del carril, cámara trasera con alerta de tráfico cruzado o aviso de exceso de velocidad.
En la hoja de ruta, además, está obligar a los fabricantes a mejorar la detección de peatones y ciclistas o buscar la manera de reducir los ángulos muertos. Por lo tanto, estamos hablando que los coches chinos son vehículos seguros y que no carecen de los mínimos exigibles en este sentido. Además, como hemos visto, por equipamiento algunos de ellos cuentan de serie con elementos de los que carecen los vehículos de compañías occidentales.
Dicho esto, sí creemos en Xataka que los vehículos chinos tienen que hacer, en su mayoría, un mejor los sistemas de asistencia a la conducción. Esto es algo que les falta por pulir y que desde las propias compañías nos han reconocido que es algo en lo que trabajan. A lo largo de los vehículos que hemos ido probando, hemos podido comprobar que, en general, no son los vehículos que mejor funcionan.
En muchos modelos de todo tipo de marcas, desde BYD a Dongfeng pasando por Leapmotor o Voyah, entre otros, hemos tenido algunos problemas con la detección de los carriles, sistemas automatizados muy poco suaves o algunos frenazos fantasma. Esto sucede porque en España tenemos carreteras mucho más pequeñas que en China y para adaptarse al mercado europeo es necesario afinar los coches aquí. Durante la presentación del Leapmotor T03, la propia marca nos confirmó llevarían a cabo este tipo de pruebas en Europa y XPeng también quiere hacerse con instalaciones en nuestro continente para mejorar este aspecto.
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Lo que más valoro es el ahorro diario
Uno de los grandes melones, ¿gasta más un coche chino que uno occidental? Nuestras pruebas han dicho que, generalmente, cuando se mete en la ecuación a un motor de combustión el coche chino suele gastar más. Pero no siempre es del todo así. Nos explicamos.
Los motores de combustión chino suelen ser menos refinados que los europeos o estadounidenses. Desde hace años, el interés ha girado hacia una electrificación más y más profunda del mercado por lo que las actualizaciones de estos motores se han ido centrando en cumplir con las normativas de emisiones pero poco más.
Por ejemplo, durante la prueba del Jaecoo 7 con motor de gaoslina de 147 CV recogimos un consumo de 9 litros/100 km en 250 kilómetros de autopista sin hacer una conducción agresiva. En ciclo WLTP, la versión 4×2 homologa 7,5 litros/100 km y el 4×4 ya se va a los 8 litros/100 km. Un Cupra Formentor con motor de 150 CV homologa un consumo de 6,1 litros/100 km y lo rebaja a 5,8 litros/100 km en su versión microhibridada.
Lo mismo sucede en las gamas más bajas. Un MG ZS homologa un consumo de 6,6 litros/100 km pero un Citroën C3 Aircross se queda en 5,9 litros/100 km. Un Ford Puma (con más potencia y etiqueta ECO por su microhibridación) firma 5,4 litros/100 km. Eso sí, esta segunda opción es sensiblemente más cara y el comprador tendría que valorar cuántos kilómetros tiene que hacer para compensar los 6.000 euros de diferencia entre modelos.
Donde los coches chinos están poniendo más madera en los últimos meses es en presentarse como los mejores híbridos enchufables del mercado. Los anuncios de híbridos como el BYD Seal U DM-i que, supuestamente, pueden completar 1.000 kilómetros sin detenerse, se han ido popularizando. Sin embargo, las cifras homologadas (0,9 litros/100 km) en este caso no difieren de las de un Ford Kuga, Opel Grandland o Peugeot 3008 híbrido enchufable, ya que ninguno sobrepasa el litro por cada 100 km según las cifras de homologación.
Entre los coches eléctricos, los resultados difieren. En ciudad, las cifras que hemos recogidos siempre han sido buenas pero no lo han sido tanto en autopistas y autovías donde hemos recogido cifras de entre 22 y 24 kWh/100 km. Sin embargo, también hemos obtenido estos datos con coches como el Renault 5 o el BMW X2, entre otros. En este caso, si buscas el coche eléctrico más eficiente, el Hyundai Ioniq 6 o el BMW i4 en sus versiones más modestas son buenas alternativas pero la marca que más destaca sigue siendo Tesla.
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Lo que más valoro es la fiabilidad
Punto delicado este último. El principal problema para los que valoren este punto por encima de cualquier otro deberían estudiar bien qué planes tiene la compañía en cuestión para su despliegue del servicio postventa y de atención al público en España.
Los coches chinos llevan tan poco tiempo en el mercado que la OCU no ha podido desentrañar la fiabilidad de estas compañías. La organización de consumidores asegura, por ejemplo, que no tienen datos suficientes por volumen de ventas e histórico en el mercado para poder opinar con propiedad.
Si te podemos adelantar que, por fiabilidad, las marcas japonesas están en lo más alto de los ranking hechos tanto en Europa como en Estados Unidos. Listados donde hay marcas europeas y estadounidenses muy mal valoradas, por cierto.
A partir de aquí, sí sabemos que compañías como MG han tenido problemas en sus servicios postventa para dar una respuesta correcta a sus propietarios, con esperas que se han demorado durante meses. También es cierto que marcas como Tesla han sido acusadas de problemas similares y en los últimos tiempos compañías como Stellantis han tenido que enfrentar problemas de fiabilidad en sus motores PureTech y en los sistemas de Adblue.
Ante falta de datos en este sentido, lo que sí podemos confirmar es que durante las presentaciones de productos, marcas chinas como Omoda/Jaecoo o BYD centran parte de su discurso en la disponibilidad de piezas, sus servicios postventa y el crecimiento de talleres propios o colaboradores en España.
Dicho esto, la fiabilidad del producto chino y su comparación con los europeos o estadounidenses es algo que no podremos conocer con seguridad hasta que pasen varios años.
¿Qué conclusión sacamos?
Si observamos la fotografía general, podemos entender que el producto chino es un vehículo solvente, bien rematado y de precio competitivo frente a sus rivales. Además, suele estar mejor equipado.
Pero también es cierto que, sobre todo los de combustión pura, son coches que suelen consumir más que sus rivales por lo que la ventaja económica en la compra puede diluirse a lo largo del tiempo. En ese caso, es mejor echar cuentas teniendo en cuenta los kilómetros que vamos a hacer al año.
Tampoco funcionan igual de bien algunos sistemas de ayuda a la conducción aunque, en este caso, el conductor es el que decidirá si los activa o no, por lo que puede ser secundario a la hora de elegir coche. Por último, su desempeño en materia de fiabilidad está en el aire. En este caso no queda otra que esperar para poder sacar conclusiones claras.
Por lo tanto, sí, un coche chino puede ser una buena compra si el producto se ajusta al tipo de conductor que somos. No quiere esto decir que sea la mejor opción pero sí una alternativa a tener tan en cuenta como cualquier otra.
Foto | MG, Omoda, BYD y Xataka