Meta ya tiene la herramienta para liderar la era de la IA: un cable submarino que dará más de una vuelta a la Tierra
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Dos tendencias actuales en geopolítica son las tierras raras y los cables submarinos. Las primeras porque China tiene la sartén por el mango y son esenciales para la construcción del mundo actual. Los segundos porque no se puede entender ese mundo sin ellos y estamos viendo que son un elemento de presión en un escenario como el de la guerra de Ucrania.
Los cables submarinos son el perfecto ejemplo de globalización, el elemento que permite que prácticamente todos los países estemos interconectados y que podamos disfrutar de líneas telefónicas, Internet o sistemas de streaming tal y como lo hacemos en la actualidad. Nuestros océanos están repletos de estos cables y son compañías como Meta o Google las que están invirtiendo muchísimo en aumentar su número debido al auge tanto del streaming como de la IA.
Precisamente Meta, que ya estaba trabajando para desplegar un descomunal cable de más de 7.000 kilómetros, acaba de anunciar uno que dará la vuelta al mundo: un megacable que interconectará más de 50.000 kilómetros.
Proyecto Waterworth: cables de nueva generación
La tierra tiene una circunferencia de unos 40.000 kilómetros, siendo este un dato que nos ayuda a entender la magnitud de la infraestructura que piensa desplegar la compañía de Mark Zuckerberg. En un comunicado, Meta ha comentado que este cable submarino es el más ambicioso hasta ahora por su parte (y por parte de cualquiera, vaya) y que, cuando se haya completado, unirá los cinco continentes principales a través de más de 50.000 kilómetros.
El nombre del proyecto es Waterworth y la idea es unir las dos costas de Estados Unidos con Brasil, Sudáfrica, India y Australia. No han hablado de números, pero sí que se trata de una inversión multimillonaria y que se realizará en varias fases a lo largo de los años. Para que nos hagamos una idea, el cable de Google para unir Japón y la costa oeste de Estados Unidos costará unos mil millones de dólares.
La intención de Meta es fortalecer su posición en el segmento de las autopistas digitales de cara a impulsar su inteligencia artificial. Es algo en lo que la compañía está muy involucrada y, de esta manera, reforzará su presencia en el sector. Estos cables submarinos están compuestos por otros cables, normalmente 8 o 16 pares de fibra, pero también hay algunos con 24 pares. Waterworth será de esta última clase y se convertirá en el más largo de 24 pares.
Y no es un plan sobre el papel: ya están trabajando en el sendero que recorrerán los cables, con la intención de protegerlos lo máximo posible, puesto que algunos tramos estarán a 7.000 metros de profundidad cerca de fallas de alto riesgo.
Unas autopistas vitales (como la guerra de Ucrania está demostrando)
Algo a lo que también están prestando atención es el revestimiento del cable. Meta ha comentado que emplearán técnicas de entierro mejoradas en las zonas poco profundas cerca de la costa, donde los barcos suelen dañar estos sistemas, pero que también están buscando protegerlos de cara a “otros peligros”.
¿Qué otros peligros? Pues algo que hemos visto recientemente en la guerra de Ucrania, donde se han producido cortes en estos cables, algo que ha provocado inestabilidad en algunos sistemas. Debido a su importancia, y al escenario en el que se dieron los cortes, en un primer momento se creyó que Rusia y China estaban detrás, pero parece ser que la explicación es otra: anclas arrastradas que provocaron los cortes por error.
Sea como fuere, que en un primer momento se pensara que el corte de cables era parte de una medida de presión en un escenario bélico, refleja la importancia a la hora de proteger este tipo de sistemas. Al final, como afirma Meta en su comunicado: son esenciales ahora, pero lo serán aún más en la era de la IA en la que estamos entrando.
Imágenes | Meta