La nueva guardia de Telefónica: Marc Murtra y Emilio Gayo, la dupla que busca crear un campeón europeo
El movimiento era cuestión de tiempo. Apenas un mes y medio después de la fulminante destitución de José María Álvarez-Pallete, Marc Murtra ha activado la reorganización total de Telefónica. La elección de Emilio Gayo como nuevo CEO no es solo un cambio de nombres en el organigrama. Es la primera pieza visible de una transformación profunda que va mucho más allá de la gestión cotidiana.
Estamos ante un giro de primer orden en la estrategia de la empresa. Y la partida se juega a tres bandas.
- El Gobierno español, representado por la SEPI con su 10% estratégico.
- La saudí STC, con otro 10% que activó todas las alarmas.
- Y Criteria-La Caixa, el tercer actor de este nuevo núcleo duro accionarial.
Murtra ha entendido que el sector de las telecomunicaciones está en transformación total y ha colocado esta visión en el centro de su estrategia.
«Es hora de que se permita a las grandes empresas europeas de telecomunicaciones consolidarse y crecer para crear capacidad tecnológica», clamó el nuevo presidente en el MWC de Barcelona. El mensaje no fue sutil ni quería serlo. Europa no puede seguir con un mercado fragmentado de telecos mientras compite contra gigantes estadounidenses y chinos que operan en condiciones oligopólicas. La batalla por la soberanía tecnológica está en marcha, y Telefónica quiere jugar en primera.
Gayo no llega por casualidad. Sus resultados en Telefónica España —crecimiento en ingresos, en EBITDA y en clientes por primera vez desde 2018— son su carta de presentación. Un perfil de gestor eficaz, conocedor de las entrañas de la teleco desde 2004, que contrasta con el estilo más visionario y transformador de Pallete.
La nueva Telefónica apuesta por un equilibrio entre la ejecutividad operativa de Gayo (los buenos resultados le avalan) y la visión estratégica de Murtra (su discurso europeísta lo confirma).
Los próximos movimientos serán también un mensaje. Cada ficha que mueven esconde una intención.
Se está creando un ecosistema de confianza alrededor de Murtra, mientras figuras emblemáticas de la era anterior como Chema Alonso quedan en la cuerda floja. Tanto ADSLZone primero como El Economista después, cada uno con sus respectivas fuentes, han anticipado su salida inminente de Telefónica.
La industria europea de telecomunicaciones lleva años sufriendo una contradicción paralizante. Necesita escala para competir globalmente, pero está sujeta a regulaciones nacionales fragmentadas que impiden las grandes fusiones. Si Murtra y Gayo logran su objetivo, podríamos estar ante la primera fase de una reconfiguración importante del sector.
Telefónica busca posicionarse como pieza central de ese puzzle, como el núcleo de un hipotético campeón europeo capaz de plantarle cara a los gigantes americanos y chinos.
En jerga empresarial, un «campeón europeo» es una empresa con la escala, influencia y capacidad tecnológica para liderar su sector en Europa y competir globalmente contra gigantes estadounidenses y chinos.
Los cambios internos son solo la antesala. La partida de verdad se jugará en Bruselas, donde Teresa Ribera, nueva Comisaria de Competencia, tendrá mucho que decir sobre el futuro de las fusiones en el sector. No es casual que Murtra haya decidido hacer de la consolidación europea su bandera precisamente ahora.
La nueva dupla Murtra-Gayo no solo debe gestionar una empresa de telecomunicaciones. Debe liderar una reconfiguración de todo un sector para competir en un mercado global dominado por grandes empresas tecnológicas con la amenaza de las telecos de ambos lados del Pacífico. El reto es inmenso. Y las piezas solo han empezado a moverse.
Imagen destacada | Telefónica, Xataka
