Disney necesita solucionar la mayor crisis de la historia de 'Star Wars'. Y se ha aferrado a Baby Yoda para conseguirlo
En Disney son los primeros que saben que ‘Star Wars‘ atraviesa una crisis de identidad considerable: los proyectos que han ido surgiendo después de la trilogía producida por J.J. Abrams han ido cayendo uno tras otro, y desde 2019 la franquicia no estrena una película nueva. Sin embargo, la Star Wars Celebration que se ha celebrado este fin de semana en Japón, dos años después de la de 2023 en Londres, ha luchado por capear esa sensación, y ha presentado unos cuantos proyectos que presentan nuevas vías de explotación de la franquicia. Más que una celebración, en Japón se ha presentado un plan.
Qué se ha presentado. El evento ha servido para oficializar el regreso de ‘Star Wars’ a la gran pantalla: los platos fuertes son, por una parte, ‘The Mandalorian y Grogu’, que continuará las tres temporadas de la serie protagonizadas por Pedro Pascal y su adorable hijo adoptivo Grogu. Se le suma ‘Starfighter’, film autoconclusivo dirigido por Shawn Levy (‘Deadpool y Lobezno‘) y protagonizado por Ryan Gosling. Se han confirmado nuevas temporadas de ‘Andor‘ y ‘Ahsoka‘ y una serie animada de Darth Maul. En el horizonte, aunque sin fecha, asoman proyectos como una historia sobre los orígenes Jedi firmada por James Mangold, una aventura de Taika Waititi y el retorno de Rey Skywalker.
De dónde venimos. Tras la compra de Lucasfilm, Disney apostó fuerte con una nueva trilogía que estrenó entre 2015 y 2019 y que, aunque arrasó en taquilla, con más de 4.400 millones ingresados en todo el mundo, no terminó de gustar a los fans más tradicionalistas. El spin-off ‘Solo’ fue un batacazo inesperado: apenas 393 millones de dólares de recaudación, a lo que siguieron proyectos cancelados en cadena, entre ellos películas de Kevin Feige y Patty Jenkins. Series como ‘Andor‘ o ‘Ahsoka‘ conseguían el apoyo de crítica y público, pero su impacto a nivel global era incomparablemente menor al de las películas. Y el fracaso del videojuego de Ubisoft ‘Star Wars Outlaws‘ ha refrendado que la saga ya no es infalible.
El problema de la nostalgia. El gran dilema de Star Wars en la era Disney ha sido su adicción a la nostalgia y al fan service. Los intentos de contentar a los fans más tradicionales han derivado en productos que, o bien resultan demasiado conservadores, como la criticadísima y muy poco original ‘Obi-Wan Kenobi’, o bien generan polémica cuando intentan inyectar algo de originalidad en el canon (el caso más claro es el de ‘Los últimos Jedi’, una película capaz de medirse en términos de calidad con los clásicos de la franquicia, pero denostada por los fans). La audiencia se ha fragmentado: los proyectos más arriesgados, como ‘Andor’, reciben elogios de la crítica pero pinchan en audiencia y cuestan una fortuna.
¿Qué pretende solucionar el nuevo plan? La estrategia prentada en la Star Wars Celebration está clara: con los fans no es suficiente para mantener estas películas y series, como han demostrado ‘Andor’ o ‘Ahsoka’. Hay que volver a los parámetros de taquilla de las películas producidas por Abrams, es decir a películas-evento que sean fenómenos mundiales a escala masiva. ‘The Mandalorian y Grogu’ apuesta por lo accesible y el carisma de sus protagonistas (recordemos: Baby Yoda marcó Star Wars incluso antes de recibir un nombre oficial); y ‘Starfighter’ busca a un público más amplio con una historia que no requiere «hacer los deberes» y recurriendo a una estrella como Gosling, ajena a los blockbusters habituales.
¿Pero lo solucionará? Obviamente, es complicado de predecir porque entran en juego innumerables factores. Proyectos como los spin-offs ‘Solo’ y ‘Rogue One’ tenían todas las de ganar, pero funcionaron con discreción (o directamente mal) en taquilla: su problema fue, quizás, la dependencia excesiva del lore previo, la necesidad de conocer el largo historial de la saga. Superficialmente, parece que ‘The Mandalorian y Grogu’ y ‘Starfighter’ circularán en otra dirección, lo que podría inyectar la tan esperada revitalización de la franquicia.
Una propiedad importante. Hay que tener en cuenta, no obstante, que desde la compra de Lucasfilm por 4.050 millones de dólares, Disney ha triplicado su inversión: la franquicia ‘Star Wars’ ha generado cerca de 12.000 millones de dólares en ingresos directos hasta 2024. Esos ingresos provienen de la taquilla de las películas, sí, pero también de parques de atracciones, cruceros y, sobre todo, merchandising. Sin embargo, su rentabilidad no se puede comparar a la de franquicias como ‘Frozen’ o Marvel.
Terremotos internos. Además, la taquilla no es el único problema de ‘Star Wars’: Kathleeen Kennedy ha iniciado una discreta retirada del primer plano de la presidencia de Lucasfilm y anda preparando su sucesión. Aunque las películas de Filoni y Levy siguen estando bajo su manto, el anuncio de la búsqueda de alguien que releve a la que ha sido la gran arquitecta de Lucasfilm desde la compra de Disney es el mejor ejemplo de que las cosas están cambiando en Disney.
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