CIUDAD DE MÉXICO, mayo 27 (EL UNIVERSAL).- Los indicadores económicos en el país apuntan a una devastación de la actividad que desafortunadamente parece no haber terminado aún, dijo el departamento de análisis económico de Citibanamex.
En el documento, «Dos meses de cuarentena: ¿En dónde estamos parados?», la firma explicó que todas las señales apuntan a una recesión que será más profunda que cualquier otra desde la década de 1930.
Según Citibanamex, varios de los indicadores económicos de alta frecuencia como las tasas de ocupación hotelera a nivel nacional en 4% o una demanda por electricidad que cae en 15% anual cuando típicamente aumenta 2% por año, sugieren una disminución de la actividad más pronunciada que la registrada en 2009.
«Muchas de las variables económicas más tradicionales, tan variadas como las ventas de autos, los índices de confianza empresarial y los indicadores de empleo en general, han alcanzado niveles históricamente bajos, o bien mostrado ajustes mensuales nunca antes vistos, lo que parece presagiar un agudo desplome de la actividad», dice la firma.
Citibanamex mantuvo su pronóstico de -9% en el comportamiento del PIB de México este año, asumiendo que el gobierno sí termina por implementar medidas de apoyo adicionales por hasta 1.5% del PIB.
«En caso de que este apoyo no se dé o que se efectúe demasiado tarde, las perspectivas para el crecimiento empeorarían aún más, hasta un -10.5%, en nuestra opinión», dijo.
Ante la reapertura de algunos de los sectores de la economía que se prepara para el próximo 1 de junio, Citibanamex dijo que los resultados en materia de salud parecerían sugerir que la peor parte de la crisis sanitaria todavía no termina.
«Desde luego, el gobierno está ansioso porque los negocios reinicien operaciones, no solo por los datos duros tan terribles que se han publicado en semanas recientes, sino también porque los Estados Unidos han venido presionando de una u otra manera a México dada la integración de las cadenas de producción entre los dos países a través de distintos sectores», dijo.
Agregó que México ha opuesto cierta resistencia; sin embargo, ha delineado planes para la reapertura económica aun cuando la pandemia está lejos de encontrarse bajo control, donde el principal problema es la falta de pruebas a la población para conocer si están contagiados de Covid-19.
«Los planes de reapertura para el resto del país, de acuerdo al gobierno federal, se mantienen para el 1º de junio, aunque las autoridades de la Ciudad de México ya han hecho pública su decisión de reabrir con base en un sistema de semáforos, el cual por el momento se mantiene en rojo al menos hasta el 15 de junio. En nuestra opinión, a pesar de los esfuerzos por parte del gobierno federal por acelerar la convergencia a ‘la nueva normalidad’, tanto las autoridades locales como la población en general continuarán resistiéndose al menos hasta que haya evidencia de que la crisis sanitaria está bajo control», dijo.