CIUDAD DE MÉXICO, junio 13 (EL UNIVERSAL).- Una de las enfermedades que causa mayor impacto económico y social en el planeta es la osteoporosis. De hecho, se estima que, a nivel mundial, cada 22 segundos ocurre una fractura vertebral relacionada con esta afección esquelética sistémica.
Especialistas de la compañía biotecnológica Amgen detallan que la osteoporosis «se caracteriza por una baja masa ósea y por el deterioro del tejido de los huesos, con el consiguiente aumento de la fragilidad de estos y una susceptibilidad a las fracturas (que son la consecuencia médica más grave de este mal)».
En el caso de los conductores, el riesgo de fractura está latente con cualquier accidente automovilístico, por leve que éste parezca. De ahí que sea tan importante que el paciente conserve una postura correcta todo el trayecto y porte de manera adecuada el cinturón de seguridad, para evitar algún golpe si es que requiere frenar abruptamente.
También, en la medida de lo posible, el automovilista debe esquivar baches o no transitar en terrenos demasiado irregulares; y asegurarse de que el reposacabezas esté bien colocado, pues expertos concuerdan en que las fracturas más comunes ocurren en la columna, seguida de muñecas y cadera. De ser necesario, el especialista llega a recomendar el uso de asientos o respaldos ortopédicos en el vehículo.
La genética, los antecedentes familiares, un estilo de vida poco saludable, el tabaquismo y la edad son algunos factores de riesgo para desarrollar osteoporosis. En el escenario más optimista, una persona recibe un diagnóstico oportuno (mediante una densitometría ósea, por ejemplo) y el tratamiento pertinente.
Pero esto ocurre muy pocas veces. El Colegio Estadounidense de Reumatología advierte que se trata de un mal silencioso «porque no presenta síntomas. Cuando tienes esta enfermedad, puedes sufrir una fractura, incluso, después de una lesión menor, como una caída».
En México, se estima que solo el 20% tiene conocimiento de su condición; de ese grupo, apenas el 30% recibe tratamiento. De ahí que el doctor Max Saráchaga, director médico de Amgen México, afirma que «es un grave problema de salud pública en nuestro país. Para reducir sus índices y complicaciones, se deben implementar campañas de concientización, mejorar las herramientas de diagnóstico y continuar desarrollando e innovando en tratamientos».