En unas cuantas semanas, una cosa tan pequeña que necesita medirse en micras (un milímetro dividido en mil partes) cambió la vida de la humanidad. Hablamos del SARS-Cov-2, un nuevo tipo de coronavirus que provoca la enfermedad Covid-19 y ha puesto de cabeza nuestras vidas porque aún no tenemos una vacuna.
La empresa farmacéutica Pfizer asegura que cada vez está más cerca de lograrlo.
Su director general, Albert Bourla, afirma que este laboratorio puede tener una vacuna para finales del próximo octubre, si las autoridades sanitarias de Estados Unidos, Europa y otras regiones la aprueban.
Diversos esfuerzos alrededor del mundo por parte de investigadores en genética, virólogos, infectólogos, patólogos, biotecnólogos y empresas se han sumado en jornadas extendidas para lograr tratamientos y la vacuna que pueda frenar la pandemia.
Los virus, que en realidad no tienen vida pero una vez que llegan a un huésped se reproducen sin control, son parte del planeta. Sin embargo, los estragos que ha causado entre la población mundial se cuentan en millones de muertes y la manera más eficaz de detener a este virus es una vacuna.
El proceso de obtener una vacuna
En entrevista con Tec Review, Alejandro Cané, líder de asuntos científicos y médicos para América del Norte de la división de vacunas de Pfizer, señala que la apuesta de este laboratorio estadounidense es la vacuna de tipo ARN mensajero (ARNm).
“Una vez que supimos la información genética del virus, en enero, y teniendo la experiencia de trabajar varios años con BioNTech, decidimos embarcarnos en realizar nuestra plataforma de ARN mensajero y construir una vacuna que pudiera controlar el SARS-COV-2”, dice Cané.
El especialista en enfermedades infecciosas explica que, luego de varias pruebas en animales con distintas vacunas basadas en una copia de la información que tiene el virus para producir la proteína, su principal mecanismo para producir infección, utilizaron una parte de la información genética del virus y lo ‘copiaron’ en la molécula de ARN mensajero.
Señala también que este tipo de procedimiento permite una muy rápida estabilidad y facilidad para pasar de la fase de laboratorio a los animales y que se demostró que es una vacuna que produce anticuerpos para poderla probar en humanos.
La clave del éxito de una vacuna
Para que una vacuna sea benéfica debe provocar en el organismo una respuesta de defensa, es decir, una respuesta inmunitaria contra el virus y todo su potencial.
“Hay dos condiciones muy importantes que todas las vacunas tienen que cumplir: que las autoridades regulatorias del mundo trabajen de la mano con los productores y que todas las vacunas tienen que tener inmunogenicidad, es decir, capacidad de producir anticuerpos y tienen que mostrar seguridad, que no producen daño a las personas que las reciben”, dice Cané.
Mientras los laboratorios como Pfizer, Janssen, Sanofi, GSK, Jhonson & Jhonson, AstraZeneca y otros trabajan para llegar una vacuna, otros estudios que se ha presentado de manera preliminar no han logrado la seguridad para ser administrado en humanos, como el tratamiento con hidroxicloroquina, del cual tres de cuatro proponentes se retractaron de su efectividad.
En cambio, Cané señala que cualquier vacuna que llegue al público va a cumplir un papel seguro en el combate contra la Covid-19.
“Tenemos la buena noticia de decir que la vacuna después de dos dosis con intervalo de tres semanas entre una y otra (dosis) fue capaz de producir anticuerpos y esos anticuerpos además son funcionales y capaces de neutralizar el virus”, destaca.
Es decir, el avance en las pruebas de esta vacuna ya va por la segunda etapa con pruebas en humanos.
En la primera fase de las pruebas se examinó los resultados en sujetos de 18 a 55 años de edad. “Estamos expandiendo en este momento el estudio en sujetos de 65 a 85 años de edad y que además tienen distintas comorbilidades como hipertensión, diabetes y obesidad”, dice el especialista.
Próximamente, la fase 3 del estudio se puede probar hasta en 30,000 sujetos. Si se demuestra la eficacia de esta vacuna de ARNm y una vez que Pfizer comparta los resultados con las autoridades regulatorias de salud, la vacuna podría estar disponible para octubre de este año, como cuenta Cané.
Distribución mundial
Varias farmacéuticas anunciaron que debido a la emergencia sanitaria por Covid-19, su trabajo por llegar a una vacuna que pueda ayudar a controlar la pandemia sería un esfuerzo conjunto. El laboratorio que llegara a una solución sería apoyado por los demás para la producción de las dosis.
Así lo reitera Pfizer, pues Cané señala que no se trata de una competencia comercial entre empresas farmacéuticas sino una lucha contra el virus.
“Hubo que pensar en una forma colaborativa, innovadora y flexible para poder adaptarse a esta circunstancia. Para nosotros es un desafío, un compromiso y una reafirmación del objetivo que tiene Pfizer (…) en la prevención de una enfermedad tan devastadora como ha sido la pandemia por la Covid-19 hasta ahora”.
La empresa se encuentra habilitando sus plantas en Estados Unidos y Europa para lograr la producción que para finales de este año estima será de 100 millones de dosis y de 1,200 millones para 2021.