CIUDAD DE MÉXICO, julio 30 (EL UNIVERSAL).- Aunque las Grandes Ligas contemplan una temporada sin público en sus parques de pelota, es un hecho que los Cubs jugarán en presencia de espectadores.
La novena de Chicago no será apreciada por aficionados desde las butacas del Wrigley Field, pero sí desde los techos aledaños con vista directa al diamante que consagró a leyendas como Ernie Banks o Sammy Sosa.
Los Wrigley Rooftops, como se les conoce, son la parte alta de edificios residenciales cercanos al inmueble, que, desde la década de los 80, han sacado provecho económico del equipo vecino, y esta atípica campaña no será la excepción.
En su sitio web, los célebres techos –en su mayoría propiedad de los hermanos Ricketts (dueños de los Cubs)- ofrecen sus servicios para quienes accedan a pagar entre 389 y 439 dólares (por persona) con tal de ver un juego en directo y sin una transmisión de por medio.
Las localidades están disponibles para 16 de los encuentros de local que disputará la organización de Illinois en la temporada regular, a partir del 3 de agosto, frente a los Royals de Kansas City.