La falta de actas afecta el trabajo del INEGI, a médicos y hospitales, pero sobre todo a familiares de difuntos porque retrasa los servicios funerarios
Por: Guillermo Rueda
Personal de funerarias de los municipios de Huehuetoca, Melchor Ocampo, Coyotepec, Tultepec, Teoloyucan, Nicolás Romero, Tultitlán, Tepotzotlán, Cuautitlán Izcalli y Cuautitlán México han expresado su inconformidad derivado de la falta de certificados de defunción.
De acuerdo con los inconformes, los cuerpos con hasta tres días de fallecidos deben permanecer en sus domicilios o en resguardo de funerarias, debido a que la jurisdicción sanitaria de la zona de Cuautitlán no otorga certificados de defunción a médicos particulares, en tiempo y forma.
Indicaron que ante esta situación y durante la pandemia, muchos cuerpos permanecen en las casas o en ocasiones a resguardo de las funerarias que no tienen donde refrigerarlos.
Esta problemática no es nueva, pues desde hace unas semanas, en el marco de la pandemia, el presidente del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), Julio Santaella, aseguró que está situación sacó a la luz la gran debilidad que hay en los registros civiles en México en materia de certificados de defunción.
Situación que también afectó los datos del INEGI ya que por ello ha impedido que el Instituto pueda responder con rapidez a la información que se le solicita.
“Desde el punto de vista estadístico me gustaría responder con celeridad. Pero hay una gama de dificultades, comenzando por la debilidad institucional del Registro Civil de nuestro país hasta toda una serie de procedimientos que hay que llevar a cabo para acceder finalmente a un documento y obtener una cuenta”, dijo Julio Santaella en su momento.
En este sentido, los hoy manifestantes dijeron que al menos cinco por ciento de enfermos fallecen en sus casas, y que el problema no es solo de tipo administrativo sino sanitario, pues los cuerpos quedan expuestos allí por horas, y se convierten en un foco de infección para sus deudos, quienes enfrentan el duelo y el riesgo sanitario debido a esa tardanza.
El pasado lunes, un grupo de al menos 40 trabajadores del servicio funerario de los municipios antes mencionados se instaló frente al edificio de la Jurisdicción Sanitaria de Cuautitlán, con carrozas y un ataúd, en donde exigieron una respuesta del Instituto de Salud del Estado de México (ISEM) para que doctores particulares puedan acceder a formatos de los certificados de defunción.
Hace un mes, en el Valle de Toluca se dio a conocer uno de los tantos casos similares en el que un hombre de nombre Jorge falleció a causa de un cáncer de estómago. Con el dolor a cuestas, su hija Diana procedió a buscar los servicios funerarios con el fin de brindarle el último adiós.
Los familiares se dispusieron a contratar los servicios funerarios y como el fallecimiento ocurrió en la casa, les pidieron el certificado de defunción correspondiente, el cual lo expide un médico.
Ante ello, se dirigieron con él médico que trató en gran parte la enfermedad de su padre; sin embargo, la respuesta fue muy clara “no hay certificados de defunción y en esta ocasión no puedo ayudar, vayan a un hospital para que extiendan el documento que necesitan”, les informaron.
Por ende, tuvieron que trasladarse a la ciudad de Toluca, donde finalmente, después de esperar varias horas, les indicaron que les iban a extender el certificado de defunción, pero tendría un costo de ocho mil pesos.
La escasez de certificados de defunción fue ratificada por Héctor Rivera, funerario de la zona norte del Estado, quien refirió que es un fenómeno que se ha presentado en los últimos días en las diferentes jurisdicciones sanitarias del Valle de Toluca, quienes son las encargadas de surtir el documento.
Héctor Rivera informó que las autoridades de salud son quienes facilitan a los médicos los certificados de defunción para que estos puedan extenderlo a los familiares y ellos, a su vez, den sepultura a sus seres queridos que han perdido la vida.
Esta situación, afirmó el funerario, ha propiciado más cargas para la familia que ha perdido un familiar, pero también que se cometan actos de corrupción por parte del personal médico que trabaja en las diferentes instituciones de salud.
El Estado de México ha tenido que mantenerse en constante espera de recibir más certificados de defunción derivado de una solicitud extraordinaria que realizaron a la Secretaría de Salud federal; sin embargo, aunque es limitado el número de documentos no se ha interrumpido la continuidad de los trámites para entrega de pacientes fallecidos a sus familiares.
Luego de la denuncia realizada por varios empresarios del ramo funerario ante una supuesta falta de certificados de defunción, situación que incluso provocó desmanes en la clínica 220 del IMSS, en Toluca, autoridades del sector salud estatal indicaron que se encuentran esperando una dotación extraordinaria de dichos documentos.