El aislamiento recrudeció la violencia hacia los niños. Las autoridades sabrán el alcance del problema cuando regresen a clases presenciales
Por: Carolina Sosa
La procuradora de Protección a Niñas, Niños y Adolescentes del Sistema Estatal DIF, Cristel Yunuen Pozas Serrano, informó que entre los meses de marzo y julio, durante la pandemia por Covid-19, la red de centros de asistencia social del DIF Estado de México recibió 170 niños, niñas y adolescentes víctimas de violencia familiar.Explicó que esta cifra es 10% mayor con respecto al mismo periodo del año pasado, prevaleciendo las agresiones físicas, psicológicas y sexuales, siendo mayor la incidencia en niños de siete a 11 años y adolescentes mujeres de 14 años en adelante.Reconoció que durante este lapso de tiempo observaron que se agudizó el maltrato contra este sector de la población que si bien ya vivía violencia en su casa, se recrudeció durante el aislamiento. Pero será hasta que los niños regresen físicamente a las escuelas y salgan de su casa, cuando las autoridades conozcan los alcances de este problema, pues es ahí donde platican con sus docentes u otros compañeros lo que viven, de modo que se generan las denuncias.“Lo que creemos es que en ese momento (al regresar a las escuelas), recibiremos hasta el triple de denuncias de maltrato con relación a un periodo anterior, por el momento tenemos dos mil 500 denuncias atendidas y la mayoría gracias a la intervención de los vecinos que piden la intervención del DIFEM”, explicó.Pozas Serrano detalló que tras recibir una llamada de auxilio, acude un grupo multidisciplinario de las procuradurías del DIF y las municipales para verificar las condiciones del niño, descartan grado de omisión o de negación por parte de los padres y determinan si pueden ayudar a la familia con sus estilos de crianza o si inician una carpeta de investigación y como medida de protección se da la separación del niño con su familia.Refirió que la violencia tiene de fondo problemas estructurales, como la pobreza, el desempleo, las crisis emocionales, pero en este periodo lo que ocurrió con los niños es que ya vivían un patrón de agresiones que se agudiza durante el encierro voluntario. “Son entornos donde ya había algún elemento de violencia, sólo que con la pandemia se agudizó”.Durante el mismo lapso de tiempo de la emergencia sanitaria, añadió, concretaron 37 adopciones a través de los juicios en línea, niños que ya habían iniciado y estaban en el periodo de familia de acogimiento preadoptivo, que es el periodo de adaptación del menor.Mientras que la jueza del Poder Judicial, especializada en procedimientos de adopción, María de Lourdes Hernández Garduño informó que los juicios sumarios de conclusión los promueve la procuraduría de protección de niños, niñas y adolescentes estatal o municipales para resolver la situación jurídica de menores o jóvenes que están en el albergue. En 2018 hubo 18 casos, en 2019 fueron 111, de enero a julio de 2020 fueron 22, de los que 10 resolvieron durante los meses de pandemia.“A partir del 16 de agosto vamos a tener mucho impulso de los sumarios, porque me van a traer todos los niños que llegaron durante esta temporada, por ejemplo casos como una bebé que la abandonaron en Chalco, los dos menores de Tecámac. A ellos (el DIFEM) sí les aumentó la población en estos días (de emergencia) por lo tanto a mí me va a aumentar el trabajo, pero se verá reflejado en este mes de agosto, es cuando van a presentar las demandas y dar continuidad a los otros procesos”, precisó.Aclaró que muchos de los casos resueltos son niños de 12 o 14 años que no fueron adoptados, a quienes el DIF les busca un proyecto de vida, para ello necesitan tener la situación jurídica resuelta.Coincidió en que con base en los reportes del DIFEM, la violencia contra los menores creció durante la pandemia y las denuncias, por tanto la institución interviene para definir si se quedan con sus padres o pasan al albergue.