Hay numerosas clínicas veterinarias en la entidad que operan con irregularidades, incluso sin certificaciones profesionales
Por: Guillermo Rueda
En lo que va del año, en el municipio de Toluca se han registrado al menos 15 agresiones y amenazas de clientes a médicos veterinarios, cuando la atención a las mascotas ha tenido consecuencias funestas por razones naturales, incluso han cerrado clínicas por las amenazas de los clientes.
Es por eso que, como medida de prevención, el gremio veterinario realizó una conferencia de prensa en la que se hizo el llamado a tener control de los establecimientos, que además de garantizar al cliente que su mascota se encuentra en buenas manos, brinde seguridad y una competencia leal entre los veterinarios de la entidad.
Y es que también se informó que en el Estado de México el 20 por ciento de las clínicas de la entidad son irregulares, y que algunas están siendo atendidas por personas no preparadas, con un conocimiento básico y por médicos veterinarios no titulados.
Así lo informó Adriana Barreto Rodríguez, presidenta del Colegio de Médicos Veterinarios Zootecnistas del Estado de México, quien hizo el llamado a los 125 municipios de la entidad a que, a través de sus bandos municipales, establezcan levantar o renovar una licencia de funcionamiento y se autorice únicamente con una certificación que garantice que la clínica será operada por un profesional.
En la entidad hay cerca de 4 mil 500 clínicas registradas, pero es difícil para el usuario distinguir cuáles cuentan con una garantía que acredite la labor del veterinario, por lo que la usurpación ha llevado a que el gremio sea blanco de descalificación general, situación que llaman a erradicar y que su trabajo al cuidado de los seres vivos que no tienen voz, sea reconocido por la población.
Junto con la Asociación de Médicos Veterinarios Especialistas de Pequeñas Especies del Valle de Toluca, Adriana Barreto, expuso que los veterinarios también se enfrentan a constantes agresiones y amenazas, principalmente por dueños de mascotas que, ante complicaciones de salud naturales, los culpan de desenlaces fatales, o les niegan el pago por sus servicios.
Se ejemplificó con casos en los que los clientes llevan a sus mascotas a veterinarias clandestinas, y en lugar de recibir una mejora, sus mascotas recaen incluso en otras enfermedades que en ocasiones son mortales y al llegar con veterinarios certificados, ya el ser sin voz ya no tiene solución; sin embargo, los clientes terminan por desquitar su coraje y los errores de los otros veterinarios con quienes en ocasiones hacen bien sus labores.
Los municipios donde han registrado más agresiones son Ecatepec, Toluca y Metepec; las amenazas han llevado al cierre de hasta cinco clínicas.