Tala clandestina en Ocuilan ha disminuido, pero requieren apoyo del gobierno federal
Si bien la tala se ha reducido con la presencia de la Guardia Nacional, el municipio necesita de programas para recuperar el bosque
Por: Guillermo Rueda
Lo que parecía una guerra de nunca acabar, entre talamontes clandestinos y el ayuntamiento de Ocuilan, hoy el delito aparentemente ha disminuido considerablemente. De acuerdo con el presidente municipal de Ocuilan, Vicente Rivera Fuentes, el delito de deforestación ilegal ha disminuido entre 80 y 90 por ciento, gracias a la intervención de la Guardia Nacional, así como oportunidades para aumentar el trabajo en la zona, lo que evita que los ciudadanos caigan en las labores clandestinas de deforestación.
“Más allá de un acuerdo, porque nunca nos sentamos a platicar, lo que impusimos fue la oportunidad de bajar la tala a través de la Guardia Nacional, pero también estamos pidiendo al gobierno federal que nos ayude con programas alternos del mismo bosque. Aparte la exhortación a que en Ocuilan nos ayuden a generar fuentes de empleo, de esta manera quienes se dedican a la tala del bosque podrán encontrar nuevas alternativas de empleo”, expresó el alcalde.
De igual forma, señaló que ha hecho el llamado al gobierno de Andrés Manuel López Obrador para que los ayude a llevar a cabo el programa federal “Sembrando vida”, que tiene como objetivo la plantación de árboles y el cuidado de las áreas verdes del país.
También mencionó que la zona donde mayormente se ha visto la reducción es el camino de Morelos y explicó que en San Juan Atzingo son los comuneros que se hacen cargo de la vigilancia de los bosques, ahora con la compañía de la Guardia Nacional, lo que a su consideración ha permitido que el delito tenga una reducción del 95 por ciento.
Señaló que a casi un año de su administración se han plantado alrededor de 250 mil árboles nuevos en la zona; sin embargo, las dos mil 500 hectáreas perdidas a causa de la tala clandestina necesitan el apoyo del poder federal.
Cabe destacar que, desde hace varios años, la tala clandestina en la zona se había convertido en el problema más grave del municipio, lo que generó una aparente guerra entre entre los talamontes y la autoridad municipal de ese entonces, Félix Alberto Linares, a quien en al menos dos ocasiones agredieron los presuntos talamontes clandestinos con armas de fuego.
Por su parte, el alcalde Félix Alberto se había negado a negociar con los delincuentes en la materia; lamentablemente, durante su administración, este alcalde falleció debido a un accidente aéreo en el que la avioneta en la que viajaba cayó en pleno vuelo, lo que costó la vida y dio paso a la imposición de Vicente Rivera Fuentes.
Si bien, la versión oficial señala que esto se trató de un accidente, hay quienes aseguran que la caída de la avioneta se trató de un acto atroz correspondiente de la guerra que el anterior alcalde tenía en contra de los talamontes.