El MIT quiere acabar con la sequía en el mundo, y ha encontrado una solución inesperada: usar pañales de bebés
La sequía es uno de los grandes problemas a los que se enfrenta la humanidad. La severa escasez de agua solo podrá enfrentarse con soluciones que, en la mayoría de las ocasiones son muy, muy costosas. De ahí que sean tan relevantes opciones relativamente económicas como la solución innovadora que ha creado el MIT.
El descubrimiento de un grupo de ingenieros del instituto es un material súper absorbente capaz de extraer una cantidad récord de humedad en el aire, a pesar de estar en condiciones muy secas. Para esto se inspiraron en los hidrogeles, es decir, geles elásticos que se usan especialmente en los pañales de bebés. Estos están compuestos principalmente por agua y polímero reticulado.
Para mejorar los materiales y hacerlos más eficientes en el proceso de absorción de vapor de agua, se incorporaron sales en los hidrogeles, pues descubrieron que algunas, como el cloruro de litio, eran extremadamente efectivas para absorber la humedad. En el caso de la sal mencionada, era capaz de conseguir más de 10 veces su propio peso en agua.
Eso sí, aún quedaba el desafío de saber cómo se almacenaría toda el agua extraída.
Tras su descubrimiento inicial, los investigadores buscaron cómo combinar en un solo material las propiedades de los hidrogeles y las sales. Previamente se había demostrado incorporar de cuatro a seis gramos de sal por un grano de polímero tenía resultados muy poco significativos. El problema fue incrementar los ingredientes y combinar el hidrogel en una solución salina por todo un mes, en lugar de las 24 a 48 horas más comunes.
Encontrando una posible solución a la sequía
El resultado fue extraordinario: los investigadores consiguieron incorporar hasta 24 gramos de sal al hidrogel, lo que mejoró considerablemente su rendimiento, dando con un material resultante que era transparente y elástico, del que para obtener el agua captada solo necesitaba ser calentado y condensado.
Imágen: Herbert Bieser en Pixabay
Los científicos detallan que las aplicaciones de este material son numerosas, pues se puede usar desde para crear colectores de agua pasivos en zonas propensas a sequía, dando una solución valiosa a regiones en las que escasea el agua, o usarse en aires acondicionados, ahorrando así energía al recuperar la humedad del aire.
Sin embargo el descubrimiento aún tiene varios desafíos por resolver. La tecnología primero debe ser viable y rentable para los usuarios, además de que es necesario aprender a fabricar el material de forma rápida y económica para implementarlo a gran escala.
Los investigadores también detallan que aún es necesario encontrar formas efectivas de recuperar el agua extraída del material para reciclarla fácilmente, pero el descubrimiento abre la puerta a la recolección de agua a partir del aire y un mejor uso de recursos hídricos, ayudando a solucionar los desafíos que presenta la disponibilidad de agua en el mundo.
